Viene la unificación cambiaria y el establecimiento de un sistema de bandas

Viene la unificación cambiaria y el establecimiento de un sistema de bandas

VENEZUELA-RAMIREZ-ECONOMY

Las autoridades venezolanas esperan concretar en el corto plazo una unificación cambiaria y el establecimiento de un sistema de bandas, afirmó domingo el vicepresidente del área económica, reseña Associated Press.

La creación de un “nuevo sistema cambiario” que implicará un “proceso de bandas” y de “convergencia” es la meta que se ha fijado el gobierno para el corto plazo, pero antes esperan adoptar una serie de medidas fiscales y monetarias, indicó Rafael Ramírez, vicepresidente del área económica y ministro de Petróleo.





Ramírez admitió, en una entrevista en el canal privado Televen, que manejar tres tipos de cambio oficial, como ocurre actualmente, es un asunto “muy complejo”, y agregó que el gobierno se prepara para establecer un nuevo sistema cambiario, pero no ofreció detalles.

Como parte del control de cambio en el país operan tres tasas oficiales: una de 6,30 bolívares por dólar; otra que se fija en el mecanismo de subastas de divisas, conocido como SICAD I, que está alrededor 10 bolívares por dólar; y la tasa del sistema llamado SICAD II, que está en 49 bolívares por dólar.

En el mercado paralelo la divisa estadounidense se negocia a más de once veces la tasa oficial de 6,30 bolívares. El tipo de cambio del mercado paralelo se ha convertido en el marcador de los precios de algunos productos, lo que ha generado fuertes presiones sobre la inflación que alcanzó en mayo una tasa anualizada de 60,9%, la mayor desde 1996.

“Hay medidas fiscales y monetarias que tenemos que considerar antes de ir a un proceso de bandas y convergencia de nuestro sistema cambiario”, dijo el alto funcionario según comunicado que difundió el Ministerio del Petróleo.

Ramírez negó recientemente que el nuevo sistema vaya a implicar un levantamiento del control de cambio, y solo dijo que se fundamentará en la “disponibilidad de nuestras divisas, digamos las más económicas, para temas sustanciales de la economía”.

Agregó que lo que se busca es un mecanismo que “sea permanente, que sea dinámico”.

El ministro descartó que el gobierno vaya a incurrir en el incumplimiento de los pagos de la deuda externa, e indicó que en el caso de las obligaciones pendientes con algunas empresas, por más de 10.000 millones de dólares, “todo lo que sea justo que se cancele, se cancelará”.

Agregó que el país tiene controles cambiarios y todas las empresas están sujetas a un riesgo de capital. “No vamos a ser sujetos de chantaje”, acotó.

Desde hace más de un año el gobierno ha venido demorando, sin dar mayores explicaciones, la venta de divisas a las empresas privadas lo que ha afectado el flujo de las importaciones de materias primas e insumos de muchas compañías locales. Esta situación ha generado una caída de la producción en algunas empresas, y ha complicado los problemas de escasez de algunos alimentos y bienes básicos que padece el país desde hace varios años.

El sector turístico enfrenta una crisis debido al retraso de varios meses del gobierno venezolano en el pago de unas obligaciones pendientes con algunas aerolíneas internacionales que están alrededor de los 4.200 millones de dólares.

El presidente de la Asociación de Línea Aéreas de Venezuela, Humberto Figuera, señaló que debido a la situación generada por el retraso del gobierno en los pagos algunas líneas aéreas como Air Canada y Alitalia han suspendido sus operaciones temporalmente, y “la gran mayoría ha bajado su oferta de asientos volando con equipos más pequeños y volando menos frecuencias de las que tienen actualizadas”.

La aerolínea estadounidense American Airlines redujo a partir del 2 de julio de manera drástica sus vuelos hacia Venezuela y los llevó de 48 a 10 a la semana. La empresa dijo que sólo viajará al país suramericano desde Miami, cancelando sus salidas desde Dallas, Nueva York y San Juan, Puerto Rico.

Venezuela mantiene desde hace once años un control de cambio y las empresas privadas están obligadas a acudir a los entes estatales para comprar las divisas.

Más temprano la agencia EFE destacó que Venezuela pondrá fin “en el corto plazo” a su actual modelo de compraventa de divisas que registra tres tasas de cambio diferentes e implantará uno basado en “un sistema de bandas”, anunció hoy el vicepresidente para el área económica del Gobierno, Rafael Ramírez.

“Nosotros vamos a ir a un proceso de convergencia hacia un nuevo sistema cambiario (…), a un sistema de bandas”, y eso “va a suceder en el corto plazo”, una vez que se pongan en marcha una serie de “políticas fiscales y monetarias” previas, dijo Ramírez en una entrevista en el canal privado Televen de la televisión privada.

El actual sistema cambiario maneja tres tipos de cambio y eso “es muy complejo”, sostuvo el también ministro de Energía y Minas y presidente de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).

En Venezuela existe desde 2003 un sistema de control estatal de cambio que deja en manos del Gobierno el monopolio de las divisas, que son entregadas a tres tipos de cambio distintos en función del objeto al que sean destinados.

El más barato establece un cambio de 6,30 bolívares por dólar y rige para la importación de alimentos y otros productos básicos; el segundo está en un tipo variable controlado de alrededor de 10 bolívares y el tercero entorno a los 50 bolívares con participación de actores privados y públicos en un mercado controlado.

Adicionalmente, el país registra una cuarta tasa de cambio fruto de la existencia de un “mercado negro” en el cual la divisa estadounidense se cotiza en la actualidad a alrededor de 70 bolívares por dólar, y que es la que rige a la hora de fijar los precios al consumidor final, lo que ha disparado la inflación.

El “proceso de convergencia hacia un nuevo sistema cambiario”, siempre en el marco del control estatal instaurado en 2003, fue anunciado por Ramírez en una rueda de prensa que ofreció el pasado 27 de junio, cuando admitió que el actual sistema “no ha resultado adecuado para la economía” nacional. EFE