No son expertos conservadores o restauradores de obras de arte pero ahí estaban, figurando ante las cámaras, el ministro para la Cultura, Fidel Barbarito y la Fiscal General Luisa Ortega Díaz, como repartidores mostrando una pizza familiar con pepperoni y doble queso. La obra del año 1925 de Henri Matisse, valorada entre 10 y 12 millones de dólares demanda un cuidado extremo y especializado. Pero que va, lo importante para ellos era mostrar que se recuperó esa joya artística (gracias al apoyo gringo) que un ladrón aún sin identificar se robó del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas en el año 2002. (LP)