El “futebol” fue el rey en Brasil 2014

El “futebol” fue el rey en Brasil 2014

(foto Reuters)
(foto Reuters)

El Mundial 2014 en Brasil tenía que ser una fiesta y lo fue, con una lluvia de goles, partidos increíbles, un público apasionado y un torneo sin graves incidentes, salvo para la Seleçao anfitriona, humillada en semifinales.

– Lluvia de goles –

Gracias a la paliza infligida a Brasil en semifinales (7-1), la edición 2014 está solo a un gol del récord de 1998 (170 goles contra 171). Y todavía queda la final.





La ‘Copa do Mundo’ debe esta abundancia a una fase de grupos en la que proliferaron los marcadores abultados, como el 5-1 de Holanda-España, el 5-2 de Francia-Suiza, el 4-1 de Colombia-Japón, el 4-2 de Argelia-Corea o el 4-0 de Alemania-Portugal.

Luego, en octavos y en cuartos de final, la intensidad y el miedo a la eliminación redujeron el número de disparos entre los tres palos. No hubo nunca más de tres goles en total en el tiempo reglamentario y/o después de la prórroga.

En los 12 primeros partidos por eliminación directa, la media fue de 1,91 goles por partido, contra 2,83 en la primera fase. Con los correctivos que Alemania (7-1) y Holanda (3-0) infligieron a Brasil, el promedio subió a 2,69.

– Estrellas derrocadas, nuevos cracks –

En un país que vio nacer a Pelé, Garrincha y Ronaldo, estaba escrito que el Mundial tendría bellas historias de delanteros. Pero hubo también despedidas brutales, como el del Balón de oro Cristiano Ronaldo, eliminado en la primera fase con Portugal. Wayne Rooney e Inglaterra, Mario Balotelli e Italia, Andrés Iniesta –autor del gol de la victoria en la final de Sudáfrica 2010– y España, también abandonaron Brasil tras la fase de grupos sin brillar. Messi, con Argentina, llegó hasta la final.

Surgieron también nuevos rostros. Y el del colombiano James Rodríguez fue el que copó más portadas y minutos de televisión. El joven y apuesto jugador del Mónaco encantó con sus regates y sus goles (6). La fiesta habría sido perfecta si Neymar no hubiese salido en camilla en los cuartos de final, con una vértebra fracturada por un rodillazo de un rival.

La otra imagen negativa del Mundial será la de Luis Suárez mordiendo al defensa italiano Giorgio Chiellini en pleno encuentro. ‘Drácula’ Suárez fue sancionado con nueve partidos oficiales de suspensión e inhabilitado de cualquier actividad relacionada con el fútbol durante cuatro meses. Su apelación fue rechazada y ahora acudirá al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) para suavizar la sanción.

– El amigo público número 1 –

En la Copa de las Confederaciones el año pasado, los jugadores de la Seleçao y su público adoptaron la costumbre de seguir cantando el himno nacional a capella cuando se apagaba la música. Una moda que continuó durante el Mundial, y eso desde el partido inaugural el 12 de junio en Sao Paulo (3-1 de los brasileños ante Croacia).

Pero otros países de Sudamérica rápidamente imitaron al equipo anfitrión, produciendo emoción a raudales. Y las tribunas fueron un magnífico escaparate de aficionados luciendo los modelos más delirantes. Como los brasileños pintados íntegramente de verde en homenaje a Hulk o los hinchas de la Mannschaft con pantalones cortos de cuero bávaros. O incluso los estadounidenses disfrazados de general Patton, con cascos y medallas en el pecho a pesar del bochorno tropical en Manaos.

– Debut exitoso de la tecnología –

El Mundial de 2010 tuvo a los árbitros como grandes protagonistas. Frank Lampard vio como le anulaban un gol válido en un explosivo Alemania-Inglaterra en octavos de final. Para que no se repitiera ese momento, en Brasil 2014 se utilizó por primera vez en un Mundial la tecnología de detección de gol. Y sirvió. Francia fue el primer beneficiado por este sistema ante Honduras en la primera fase.

La otra innovación es muy sencilla, pero también muy útil. Los colegiados utilizaron un aerosol de espuma evanescente para marcar en el suelo la línea detrás de la que debe colocarse la barrera en un saque de falta. Una pequeña revolución para que ésta no modifique su posición reglamentaria.

Por supuesto, eso no eliminó del todo las polémicas. Algunos reprocharon la ausencia de amonestación para el colombiano Juan Camilo Zúñiga por haber lesionado a Neymar. ¿Pero qué sería del fútbol sin las discusiones en torno al arbitraje? AFP