Stalin González: Postura sobre el aumento de la gasolina

Stalin González: Postura sobre el aumento de la gasolina

stalin gonzalezLa situación económica que sufre el país merece una revisión y un debate profundo entorno a todas las variables que inciden en nuestra actividad económica, en nuestro nivel de gastos y en sus repercusiones en nuestra vida diaria.

El precio de la gasolina en Venezuela merece un debate mucho más profundo y más amplio acerca de si es viable o no el aumento de su precio. La oposición venezolana está consciente que nuestro país cuenta con la gasolina más barata del mundo y que desde hace mucho tiempo su precio es inferior a su costo de producción. Ese debate es un lugar común en la opinión pública, si el debate solo se centrara en ese argumento, el consenso de la necesidad del aumento del precio en el consumo interno sería evidente, pero dejaría de lado los aspectos más relevantes de la discusión como lo es, el impacto social sobre el venezolano.

El debate no debe ser si se aumenta la gasolina o no, el gobierno debe sincerar su discusión y señalar que la discusión planteada es acerca de la NECESIDAD ACTUAL de tener más recursos a costa de todos los venezolanos. El ministro Ramírez está desde hace 14 años al frente de empresa energética PROPIEDAD DE TODOS LOS VENEZOLANOS y en todos esos años ha declarado que no era necesario el aumento, porque la pérdida de ese subsidio no era relevante para el equilibrio financiero de la empresa y del país. ¿Porque ahora sí?





¿Cuánto le cuesta al país el subsidio de la gasolina que el ministro Ramírez ahora ve absurdo el precio en el mercado interno? Según las fuentes oficiales, producir un litro de gasolina de 95 octanos cuesta alrededor de Bs. 2,7, y su costo en la estación de servicio es de 0, 097 por litro, lo cual es 28 veces menor que el monto que se cobra al ciudadano. El mercado interno consume, según cifras del 2013, 703 mil barriles diarios, de las cuales la mayor parte es destinada a gasolina y gasóleos, dejando de percibir el país por este concepto 15.193 millones de dólares al año.

Sin embargo esta no es la única pérdida para la industria petrolera. Año tras año nuestra industria nacional deja de producir miles de barriles de petróleo. Desde 2008, PDVSA ha dejado de producir 361 mil barriles diarios, y aunque el ministro señala que es una caída poco preocupante, esta caída representa, al precio actual del petróleo (98 dólares) 35.378.000 de dólares al año, es decir recuperaría dos veces el perdido en subsidio nacional

Una empresa que cada vez produce menos, cada vez gasta más. La producción de petróleo es menor a la que producíamos hace 15 años y con unas necesidades crecientes dentro del país. La carga social que reporta en 13 millardos de dólares, es excesivamente pesada. Otra parte, aumentó su fuerza laboral en 8540 personas con respecto al año pasado, de las cuales 16.168 son contratados. La industria de todos los venezolanos está siendo usada como la chequera gubernamental para pagar el clientelismo revolucionario.

Esta chequera no solo paga favores a lo interno sino también en el exterior. Los convenios petroleros han comprometido al país a cambio de servicios y asesorías. Si nos enfocamos en los dos convenios más importantes, el Fondo Chino y Petrocaribe.

Venezuela les ha enviado 485 mil barriles diarios en concepto de compensación al Fondo Chino y 377 mil en convenios energéticos con América latina y el caribe, es decir, en el primer caso nuestro petróleo está usándose para pagar la deuda de un fondo opaco y que fue desfalcado; y en el segundo caso es enviado a cambio de arroz, azúcar, leche o carne. Si el gobierno venezolano no hubiese comprometido tales barriles o renegociará las condiciones de financiamiento, Venezuela a precio oficial (98 dólares) recibiría 84.476 millones de dólares, de los cuales en este momento recibe mucho menos de eso .

La nueva campaña para el aumento de la gasolina del Ministro Ramírez es otra evidencia del colapso económico del gobierno y evidencia la corrupción interna. La empresa petrolera ha sido la chequera de los caprichos de antes y de ahora; y necesitan cubrir sus errores con nuevos ingresos no contemplados, pero lo grave, y he allí donde debe estar el centro del debate por parte de los sectores democráticos del país, es que esos ingresos que no habían contemplado lo ponemos los venezolanos, es decir el ministro Ramírez y su equipo nos lleva a la quiebra, y somos los venezolanos los que debemos pagar el error.

Y lo pagamos los venezolanos porque el aumento de la gasolina es más allá de subirle el precio a aquel que tiene carro. El aumento de la gasolina implica que el chofer del jeep que sube a los barrios pedirá subir la tarifa, implicará que el transportista de alimentos subirá su costo y por ende el de los alimentos, implica que la vida no las ponen más cara y que pagamos nosotros por un error que no hicimos nosotros.

Y en medio todo este contexto, el ministro Ramírez seguirá siendo ministro, su equipo seguirá siendo su equipo, las empresas maletín seguirán siendo anónimas y los convenios petroleros seguirán siendo a espaldas del pueblo venezolano.

Ampliemos el debate de la gasolina y de la industria petrolera, antes de hacernos pagar a los venezolanos el hueco en la chequera, hablemos de PDVSA.