Hernán Castillo: La incompetencia militar

Hernán Castillo: La incompetencia militar

thumbnailhernancastilloJunio2013Existe un gran desequilibrio entre  los pocos estudios sobre los costosos disparates de la incompetencia militar en el ejercicio directo del poder político y  la enorme cantidad de cosas y propaganda que se han escrito sobre las glorias militares venezolanas. Son relativamente pocos los estudios sobre los desastres de los gobiernos militares, principalmente en el campo de la violación a los Derechos Humanos y sobre sus actividades delictuales.

La deformación de la historia militar de Venezuela alcanza extremos en que incluso se llega a la irresponsabilidad de asociar a las actuales Fuerzas Armadas Nacionales FAN con el ejército independentista, e incluso hasta con Simón Bolívar, cuando en realidad no tienen  ninguna relación.

En primer lugar, al Ejército Nacional Venezolano lo creó el dictador Juan Vicente Gómez. Antes de Gómez lo que había en Venezuela eran caudillos regionales armados. Y entre el Ejército de la Batalla de Carabobo, el 24 de junio de 1821, que finalmente le da la independencia a Venezuela y la fundación de la Academia (No Escuela) Militar de Venezuela, el 5 de julio de 1910, pasaron 89 turbulentos años, durante los cuales tuvimos en Venezuela una Guerra Federal, entre otras guerras.





De tal manera que las actuales Fuerzas Armadas Nacionales FAN, tal como las define la Constitución, y no FANB,  han estado exageradamente ensalzadas en la historia de la patria. Para la constatación de esa deformación sólo basta con leerse el libro de Ángel Ziems, con prólogo de Ramón J. Velásquez, “El gomecismo y la formación del ejército nacional”, y un artículo de Tomás Straka “Guiados por Bolívar. López Contreras, bolivarianismo y pretorianismo en Venezuela”, en la revista Tiempo y Espacio, N° 40, UPEL, 2003.

Sobre el tema de la ineptitud militar para ejercer el gobierno y su control civil, probablemente sean los británicos y en general las sociedades democráticas anglosajonas, quienes no tienen competidores. Los clásicos libros de Alan Clark, “The donkeys”, el libro de Geoffrey Regan “Historia de la incompetencia militar”, y el libro de Norman F. Dixon “Sobre la psicología de la incompetencia militar” abordan con rigurosidad intelectual y con sentido del humor, la ineptitud del comportamiento militar, incluso en el desempeño de las competencias de su propio campo profesional militar.

Ahora bien, como plantea Dixon, no se trata de atacar a los militares de lo que se trata es  “…de explicar cómo una minoría de individuos (armados) pueden llegar a infligir al prójimo unos padecimientos, aflicciones y dolor de magnitudes prácticamente desconocidas en otros campos”.

En América Latina, en el estudio de la incompetencia militar en el ejercicio directo del  poder político  hay retraso, aunque en los últimos tiempos se está avanzado bastante.

No obstante, en la instauración, consolidación y desarrollo de la Democracia en Venezuela hay que reconocer que los militares venezolanos han hecho importantes contribuciones y esperamos que las sigan haciendo. Entre otros aportes, las derrotas militares de los dos alzamientos militares del año 1992, la derrota del “Porteñazo”, “El Carupanazo, “El Barcelonazo, y también la derrota de las guerrillas urbanas y rurales y en general la derrota de la subversión armada castrocomunista en los años sesenta contra los gobiernos constitucionales de Rómulo Betancourt y Raúl Leoni, ambos de Acción Democrática AD, fueron contribuciones fundamentales para establecer en Venezuela el sistema de libertades que hoy se encuentra amenazado de muerte.

Pero el estudio, sobre el sufrimiento y el atraso causado por los militares venezolanos por su incompetencia y corrupción en el ejercicio directo del poder en Venezuela, no se ha hecho todavía. En ese estudio, estos últimos largos años de gobierno “socialista bolivariano del siglo XXI” de desbordante abundancia de ingresos petroleros, como nunca antes habíamos tenido, deben ocupar un lugar relevante de lo que pueden significar los militares pretorianos en política, fuera de control civil, o sin control civil, de ningún tipo.

Finalmente, entre los principales disparates de la historia militar venezolana debe figurar también el chapucero discurso del general Vladimir Padrino, jefe del Comando Estratégico Operacional CEO, el pasado 5 de julio en la Asamblea Nacional, en donde el sector de civiles gobernantes debería tener algo que decir sobre la calidad de la formación de los militares venezolanos, sobre todo si pensamos en la salida a la crisis que atravesamos en nuestro querido país.

 

@CastilloHernan