Alexander Guerrero E.: Gasolina, los precios subirán y el racionamiento será otro negocio

Alexander Guerrero E.: Gasolina, los precios subirán y el racionamiento será otro negocio

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En una economía normal, los bienes suben y bajan de precios por razones económicas propias que la racionalidad de los mercados expresan en función de las ocurrencias en el proceso de creación de riqueza; cae la oferta y/o crece la demanda, suben los precios; el equilibrio –una posición de steady state- es fundamental para sostener la inversión, el empleo, ganancias y salarios, bases del de ese proceso de creación de riqueza. Si esa economía no refleja esa racionalidad, las cosas se complican, la inflación envilece la moneda y los controles descapitalizan a quienes producen y trabajan, los bienes escasean, aparecen los mercados cuyos arbitrajes – para racionalizar los controles- registran los precios que las regulaciones y controles no resuelven, se produce menos.





Bajo esas condiciones, la inflación, la válvula de ese proceso prende la máquina para crear pobreza. Los precios pierden así, el sentido distributivo de ese proceso y el motor del desarrollo, al dejar de operar, la sociedad envilece, la información y el conocimiento se diluyen (Hayek). Consecuentemente, la pobreza es el corolario, se expande, lo cual ocurre con mayor velocidad porque en esas condiciones solo un ente abstracto que nos envuelve, el Estado enriquece y que los venezolanos veneramos. La pregunta que queda en el aire refiere, porque esta verdad histórica genera mucho costo aprenderla ¿ Materia para otra reflexión, distinta al precio de lo que la gasolina enciende.

El resultado económico y social de ese agudizamiento de los controles nos trajo una severa contracción económica, que comenzó en el tercer trimestre del 2011 y que en el primer trimestre 2014 marca una caída del PIB alrededor del 5%, expresada en desempleo, desinversión, escasez perniciosas superior al 30%, y dirigida por el gobierno a través de un sistemático racionamiento de bienes que nace en los pasillos de CENCOEX, Finanzas, BCV y PDVSA.

Subir la gasolina porque no hay dólares

Como el gobierno alimenta sus finanzas con petróleo, si este abunda, los reales percolan aguas abajo, no de modo eficiente, pero la sociedad tendrá otros incentivos para que muchos estén cerca de esos flujos y puedan capturar algo de esa renta. En términos nominales, al gobierno no le “escasean” bolívares –así no tenga muchos dólares- para vender su plan de ilusión monetaria. Es decir, el; gobierno no tiene planteamiento político antiinflacionario, por el contrario, utiliza la inflación como lo que es, un impuesto efectivo, para dotarle de bolívares y con ellos expandir el gasto público nominal con más inflación. Eso que pagamos por inflación hoy, lo cobra el gobierno anticipadamente cuando el BCVB le envía desde la ventanilla trasera camiones llenos de dinero impreso y digital. No nos dimos cuentas pero fuimos objeto de un desfalco.

En una carrera consigo mismo, como es su primer cliente, ajusta precios para que le rindan los bolívares inflacionarios, la típica vorágine hiperinflacionaria del círculo vicioso creado entre dinero y el déficit fiscal. Pero hay un sin embargo, es en términos reales como se origina el problema central del gobierno con la caída de la renta del petróleo, cuyo negativo flujo de caja revela la grave situación de las finanzas de PDVSA y consecuentemente del gobierno, en virtud que las obligaciones financieras y no financieras de PDVSA superan el ingreso –en divisas- en caja, de manera que para venderle divisas al BCV (reservas) y con esos proventos pagar su contribución fiscal con bolívares, queda muy poco. El BCV compensa esa caída de la renta del petróleo en bolívares imprimiendo tanto como PDVSA le pida prestado.

Los daños del FONDO CHINO, PETROCARIBE

La merma de la renta petrolera tiene origen, además de la caída de la producción y descapitalización de PDVSA en los acuerdos fiscales que PDVSA se obligó para pagar con petróleo (Articulo 12 Constitución 1999), al Fondo Chino, donde PDVSA, también paga intereses –y con petróleo- para venderle petróleo y productos a China; un arreglo financiero y económico a todo costo y sin beneficios, donde China adquiere petróleo en sus puertos a precios por debajo del mercados internacional, por eso los VLCC viajan 45 días para buscarlo, porque si tuviese que comprar en Caracas a precios de mercado, se irían al Golfo Pérsico donde hay petróleo como arroz. China aplica como un standard su Fondo Chino nacido de su relación comercial y financiera con los morenos africanos.

Así, ese ingreso petrolero pasa por BANDES –luego a FONDEN, el hueco sin fondo ni controlabilidad y desaguadero del gasto público, -sin transferirse a PDVSA toda esa renta- constituye un oneroso mecanismo fiscal que sirve los incentivos de la clase política que se adelanta así al reparto de la renta capturada en BANDES y FONDEN. El gasto fiscal resultante se reparte entre grupos de intereses que se aglomeran en el gobierno, mercaderes propios, militares, clientes políticos, empresas asociadas en el mercado internacional capaces de vender en Venezuela desde cereales hasta quincalla. Similar a ello, ocurre con Petrocaribe, ALBA y otros acuerdos donde el provento de las exportaciones de petróleo se hace en especies para cobrarlo, además de con bajo costos financieros ofrecidos por PDVSA a esos países y menores a los que ella y la Republica pagan en los mercados de capitales. Cuanto perdemos en efectivo de caja por esos arreglos ? Petrocaribe, Cuba como pivote, son como los tábanos de la mula.

Parta comprender el desaguisado de los precios de los combustibles, el subsidio, y la propuesta de ajuste en sus precios, veamos bajo simples matemáticas fiscales y económicas los “beneficios” económicos y políticos de un alza de precios en los combustibles. Por ejemplo, la gasolina, su relación de precios relativos dentro y en los mercados internacionales la observamos en el siguiente ejemplo ente dos bienes transables. Una hamburguesa en Caracas por 300 Bs, a 50 Bs/$, precio base de 6 $; monto que en el mercado internacional compra 6 litros de gasolina, mientras en Caracas compraría 3000 litros; una relación de 1:500!!

Las cuentas del subsidio y los precios de la gasolina

PDVSA paga cerca de 1 dólar por litro de gasolina importada en volúmenes cercanos a los 135 mil barriles diarios (incluidos aditivos) y que vende en Venezuela en una relación 1:500, lo cual coloca a la “corporación” en condiciones imposibles de recuperar nominalmente el volumen de dólares que deja de recibir su caja para abastecer de gasolina el mercado local, Ud. amigo lector podrá calcular esas “perdidas”. La pregunta que emerge de inmediato, y a qué precio PDVSA disminuiría –considerablemente- esas “pérdidas” ? Precisemos que la demanda por combustibles en Venezuela es inelástica en principio; ello quiere decir que el alza en el precio de esa relación 1:500 que haría recuperar una parte sustancial de las “perdidas” de PDVSA traería un severo impacto económico en la economía familiar, transporte, comercial, seria brutal en el marco de la actual hiperinflación. Hemos calculado que “justipreciando” la gasolina vía Ley Precios Justos, un precio que produciría a PDVSA “ahorros” y dólares, estaría en 45 bolívares por litro. Quien le pone el cascabel al gato, Maduro o Ramirez, o un acuerdo político gobierno y oposición?, Así, antes que un fenómeno económico, es la imposibilidad por naturaleza físico-económica. Entonces que busca el gobierno con su propuesta de “ajuste” de precios?

Pero no termina allí, la propuesta de subir el precio de los combustibles se enmarca en una contradicción que emerge de inmediato en el discurso político pero que caracteriza las formas confusas y escasas como el gobierno se dirige a la opinión pública. O los proventos de los nuevos precios van a reducir perdidas de PDVSA, o se va a un fondo para que el gobierno reparta en gasto público, en la manera como el mismo Presidente lo anunció. Si el aumento va en dirección de esta última propuesta, el fondo, seria alimentado con bolívares extraídos del tanque del automóvil, para llevarlo al fisco para que este reparta, estaríamos hablando de un impuesto. También sabemos que ese reparto retraerá nuevos costos en burocracia, ineficiencias y corruptelas que desvanecieran las supuestas “economías” del aumento del precio de los combustibles.

La “revolución fiscal” precios y mercado negro para gasolina

Este es de hecho, uno de los componentes empaquetados en la “revolución fiscal” del gobierno, redistribuir el ingreso petrolero de quienes tienen vehículos a los que no lo tienen. No está de más recordar que quien tiene el vehículo, está más capacitado en trasferir costos por precio del combustible que quien no lo tiene. Con el efecto perverso que traería la redistribución a estos últimos de fondos extraídos en el precio de la gasolina que apenas alcanzarían para compensar económicamente a los que tendrían que pagar nuevas tarifas de transporte comercial y familiar, un efecto perverso natural del Estado/gobierno cuando sobre regula y actúa como empresario.

La propuesta de subir el precio de los combustibles busca cubrir la intención del gobierno, que no es el Fondo ni tampoco cubrir pérdidas de PDVSA, después de todo, “PDVSA no tiene por qué ser rentable” (Ramirez, dixit), sino a “ahorrar” dólares que no entran en la caja de PDVSA por la descapitalización y caída de la producción y de la capacidad refinadora. Así, para el gobierno su función de costo beneficio y como incrementar sus gastado flujo de divisas, racionar el petróleo más allá del precio que puedan tener de 2 a 3 Bs por litro, le podría dar cerca de 125.000 barriles/días en divisas, sin necesidad de aumentar los precios en magnitudes considerables, dado que la situación de empobrecimiento y colapso económico se agravaría con potenciales respuesta social y política.

Los precios diferenciales según ingreso y vehículo, vendrá en la revolución fiscal del gobierno, y el racionamiento será el desiderátum para que la corrupción llegue a ese mercado, que será el más lucrativo de los mercados negros, recuérdese los meses del paro petrolero cuando llego a pagarse por un litro de gasolina hasta más de 5 dólares por litro, o más de 10 Bs de aquella época!!

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@AlexGuerreroE