Este es el gran dilema de la sociedad venezolana de hoy. Sin embargo, no parece entenderse de esta manera.
Los economistas oficialistas están dispuestos a discutir y al parecer implementar al menos algunas medidas económicas no sabemos cuantas o con que profundidad porque no se ha dado a conocer a la opinión pública un verdadero programa en donde se recoja los aspectos fundamentales de un ajuste en variables macroeconómicas claves, pero la verdad sea dicha no sabemos si existe tal documento. Simplemente el gobierno ha planteado la necesidad de realizar algún cambio en materia cambiaria más la profundización del “legado del magnifico”, con lo cual realmente quedamos en una profunda incertidumbre sobre las verdaderas intenciones del régimen.
Los economistas no oficialistas piensan en la necesidad de un profundo programa de ajuste macroeconómico, que pueda enderezar los inmensos y graves desequilibrios de la economía, vale decir, los desequilibrios monetarios y cambiarios, que se producen por el crecimiento vertiginoso de la liquidez monetaria sin respaldo alguno y por los abismos que se observan entre los valores de los distintos tipo de cambio oficial y el cambio paralelo, por el virtual agotamiento de las Reservas Internacionales. El desequilibrio productivo que implica necesidades de importación insostenible frente a un aparato productivo virtualmente destruido. Una deuda externa e interna gigantesca de la cual sólo podemos tener cifras aproximadas frente a la carencia de información oficial. Altos niveles de desempleo. Agotamiento de la infraestructura física. Desequilibrios sociales insostenibles. Todo un cuadro de gravísimas consecuencias para el futuro inmediato del país.
Aun estando de acuerdo con los colegas economistas que no comparten la versión oficial del ajuste, como un mero cambio en variables económicas, sin que exista una verdadera programación de la economía. Difiero de ambos grupos en las necesidades y las prioridades y urgencias actuales de la sociedad venezolana.
Lo que verdaderamente necesitamos no es de una modificación o cambio de variables económicas cambiarias o monetarias o de cualquier otra índole, que es .lo que plantea el régimen, o un cambio de modelo económico que es lo que plantean los colegas de la comunidad de economistas.
Lo que verdaderamente necesitamos es una reinstitucionalización del país. Es decir, reconstruir el Estado social de derecho y de justicia que aparece plasmado en la Constitución Nacional vigente, lo que supone a su vez reconstruir el sistema de instituciones que reinstituyan los poderes en su verdadera naturaleza y el equilibrio entre los mismos. Necesitamos con urgencia la restitución de un sistema garantista que permita la reinstitución de los derechos básicos de los venezolanos: el derecho de propiedad, derechos sociales que permitan la igualdad de oportunidades, el derecho a la justicia transparente y sin la intervención política y partidista de ningún tipo y de ninguna naturaleza. La libertad de trabajo igual para todos.
De lo anterior se puede colegir, que el punto de vista que sostengo es que los países entran en procesos de profunda y generalizada crisis no como resultado de que se produzcan desequilibrios económicos sino como resultados de profundos y prolongados procesos de desinstitucionalización. Cuando los países pierden todo sentido institucional como se observa en Venezuela durante estos largos tres lustro de régimen chavista. Con lo que resultaría en muy poco eficaz emprender un proceso de reforma en variables económicas sin ninguna modificación del régimen como pretende el oficialismo, en la muy vieja estrategia de cambiar para que no cambie nada. Igual de ineficiente sería emprender un cambio de modelo económico conservando el actual “régimen institucional”.
Lo que dicta la necesidad, en virtud del actual proceso de profunda descomposición nacional, es un cambio hacia la conquista de una nueva Institucionalidad.
Prof. Dr. Pedro Vicente Castro Guillen.
Historiador y Economista