Salvar vidas en el hospital se volvió una labor peligrosa

Salvar vidas en el hospital se volvió una labor peligrosa

Foto El Tiempo
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La inseguridad, la falta de valores y el descontrol que existe en la sociedad cada día cobran más fuerza. La sensación que tiene la colectividad es que el respeto por la vida no existe, publica El Tiempo.

Los 15 crímenes ocurridos sólo en el mes de julio en el municipio Simón Rodríguez, son una prueba de la falta de seguridad.

Experiencias amargas y recuerdos inolvidables es lo que queda de las situaciones generadas por la violencia.





Ejemplo de ello lo vivieron los tres médicos que se encontraban de guardia en el área de emergencia del hospital Felipe Guevara Rojas de El Tigre la noche del viernes 1° y la madrugada del 2 de agosto.

Unos sujetos armados a bordos de motos llegaron disparando para que atendieran a un compañero que llevaron herido de bala.

Esa persona, el mototaxista José Leonardo Sumoza Prado, de 24 años, ingresó en el centro asistencial, según el parte policial, sin signos vitales.

“Esto parecía una zona de guerra, yo en ese momento iba hacia al laboratorio a llevar unas muestras, cuando escuché las detonaciones. Lo que se me ocurrió hacer fue agacharme”, relató Gregorio Díaz, quien esa noche tenía a su hijo hospitalizado.

Díaz también recordó que, al siguiente día, un profesional de la medicina fue amenazado de muerte por el marido de una mujer embarazada.

Al parecer, la dama presentaba dolores de parto, pero ameritaba una cesárea y el único quirófano que tiene el centro asistencial estaba inoperativo por la falta de aire acondicionado.

“Cuando el hombre escuchó de voz del doctor que no podían atender a la mujer, se puso agresivo y sacó una pistola y le dijo: “la atiendes y punto”. Al médico no le quedó otra opción que practicar la cesárea.

Gregorio cuenta que pasar varios días en un hospital permite conocer “muchas realidades”.

En su opinión, debería haber mayor seguridad en los recintos hospitalarios, incluyendo efectivos de la Guardia Nacional, pues están mejor armados.

En ambas situaciones los parientes de pacientes que se hallaban en el hospital entraron en pánico. Unos corrían y otros se escondían debajo de las sillas y camas para refugiarse.

Pero esto no es la primera vez que ocurre. Y es que a diario se presentan casos similares, donde la agresión verbal y física forman parte de la jornada.

Hace un año y nueve meses los batas blancas pidieron mayor seguridad.

Exactamente el 15 de noviembre de 2012, los 150 médicos (entre residentes y especialistas) que laboraban en ese entonces en el hospital Felipe Guevara Rojas de El Tigre, exigieron seguridad.

La incertidumbre aumentó cuando el 9 de noviembre, en la emergencia de ese centro asistencial, ocurrió un hecho lamentable: el asesinato de un paciente que ingresó malherido y después fue ultimado a cuchillazos.

Esta situación ocasionó que un grupo de galenos se reuniera para fijar una posición.

Durante el año 2010, por varias situaciones de violencia que se presentaron en el hospital tigrense, se creó en 2011 la Brigada Hospitalaria, la cual estaba integrada por uniformados de la policía estadal.