Lula, una pieza clave en la campaña por la reelección de Dilma Rousseff

Lula, una pieza clave en la campaña por la reelección de Dilma Rousseff

Foto AFP
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El popular expresidente brasileño Lula da Silva está en intensa campaña por su candidata Dilma Rousseff: su apoyo es clave para una reelección que está en dudas y cuyo fracaso podría empañar su capital político.

De 68 años y recientemente recuperado de un cáncer de laringe, el carismático fundador del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) recorrió en campaña electoral de la Amazonia a la rica Sao Paulo, del Mato Grosso a Rio de Janeiro.

Ahí, con la voz desgastada que le quedó tras el cáncer que se le diagnosticó en 2011, elogió a Rousseff y criticó a sus rivales, incluida a su propia exministra Marina Silva, la ecologista que puede arrebatarle la presidencia a su candidata en una segunda vuelta electoral.





“No es momento de jugar con este país, es momento de elegir a la persona correcta y esa persona es Dilma”, afirmó Lula en la amazónica Manaos.

“Hicimos mucho, pero aún hay mucho por hacer”, recalcó el expresidente, un exobrero metalúrgico y líder sindical que aprendió a leer a los 14 años y que gobernó durante dos períodos consecutivos, entre 2003 y 2010.

– Apoyo clave –

El analista político André César, de la consultora Prospectiva, dice que el apoyo de Lula es fundamental para la reelección de Rousseff.

“Siempre ha sido importante la presencia de Lula. Él tiene liderazgo político, eso es un hecho, y su apoyo da peso y consistencia a la candidatura de Dilma”, señaló a la AFP.

Y aunque la reelección de la presidenta no está asegurada, “tiene que arriesgar”.

“No puede huir de esta batalla, es parte del juego”, afirmó el analista, que reconoce sin embargo que en 2010 Lula estuvo mucho más activo en la campaña que ahora.

Hace cuatro años Lula estaba terminando su segundo mandato y Rousseff era su desconocida exministra. Ahora el escenario es distinto: Rousseff está terminando su gobierno, la economía entró en recesión técnica, los brasileños están más endeudados y el optimismo de hace unos años ha cedido paso a un pesimismo sobre el futuro del gigante sudamericano, tanto dentro como fuera de Brasil.

Rousseff gozó de alta popularidad durante su gobierno, pero las masivas manifestaciones callejeras de 2013, los casos de corrupción que han sacudido al PT y el decepcionante desempeño de la economía han minado su figura.

Y si hace más de un año la reelección parecía asegurada, hoy no es así para esta economista de 66 años que no tiene el mismo carisma de su antecesor.

“En 2010 Lula no se separó de Dilma”, comentó a la AFP el analista político David Fleischer. “En esa época ella era desconocida, ahora no. Y yo creo que es porque Lula no quiere arriesgar su imagen, su reputación”, añadió.

¿Será que Lula estará pensando en las elecciones de 2018? “No lo creo, ya estará cuatro años más viejo”, dice Fleischer.

Para la eventual segunda vuelta ambos analistas prevén una mayor presencia de Lula en la campaña.

– En Twitter y en la calle –

Lula se despidió de sus ocho años de gobierno con una popularidad superior al 80% y su rol hoy también es negociar con los aliados. “Y captar el voto de los que no apoyan a Dilma pero sí lo quieren a él”, comenta César.

Hace unos meses hubo dentro del PT un movimiento llamado “Volta Lula” que pedía su candidatura, pero él mismo lo sepultó y respaldó a Dilma.

Esta semana en Rio, Lula vistió la camisa naranja de los trabajadores de Petrobras en un acto político que llamó de “defensa” de la estatal petrolera, envuelta en escándalos de corrupción. Días atrás, en el empobrecido norte del país, repartió besos y abrazos ante las multitudes.

El veterano político también aparece en la propaganda electoral de Rousseff en la televisión, y está muy activo en las redes sociales. Tiene más de un millón de seguidores en su página de Facebook y hace pocos días su asesoría estrenó su primera cuenta en Twitter.

“Mi segundo mandato fue mejor que el primero y tengo certeza que con Dilma será así también”, ha dicho Lula en la propaganda de televisión, en un mensaje directo a los indecisos. AFP