Torrealba enfrenta la batalla de la unidad

Torrealba enfrenta la batalla de la unidad

(Foto Reuters)
(Foto Reuters)

 

 

La Mesa de la Unidad Democrática (MUD), organización que aglutina a los principales partidos de la oposición venezolana, designó el miércoles como su nuevo secretario ejecutivo al periodista y activista social Jesús “Chuo” Torrealba, quien asume la jefatura de la alianza cuando profundas diferencias internas amenazan con hundirla, publica El Nuevo Herald.





Antonio Maria Delgado
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Torrealba, un locutor de 56 años mejor conocido por su programa de radio “El Radar de los Barrios”, es visto por analistas consultados como el mejor de los candidatos que habían sido mencionados para asumir la jefatura de la MUD, en remplazo de Ramón Guillermo Aveledo, quien por años había logrado conducir la frágil unión dentro del bloque opositor para mejorar las perspectivas de derrotar electoralmente al chavismo.

Pero los tiempos han cambiado y la nueva realidad venezolana requería de un nuevo liderazgo y de una alianza opositora más amplia y con objetivos distintos, dijeron analistas.

“La MUD anterior murió con Ramón Guillermo y con la última elección”, dijo desde Caracas el analista y columnista David Morán.

El surgimiento de ese sector, más proclive a salir a protestar a las calles para exigir un cambio de ordenamiento político que con esperar hasta el 2019 para las próximas elecciones presidenciales, creó grandes divisiones dentro de la oposición, y el liderazgo de la MUD estuvo en contra de las manifestaciones para exigir la salida del gobernante Nicolás Maduro.

En sus primeras declaraciones como nuevo secretario ejecutivo de la MUD, Torrealba dio a entender que podrían propiciarse cambios dentro de la organización.

“Sí, claro que sí, vamos para adelante, vamos a construir más democracia, vamos a enfrentar a este régimen totalitario. La noticia aquí es que la Mesa de la Unidad Democrática se va para la calle”, declaró Torrealba antes de adelantar que la MUD lanzará un plan nacional de movilizaciones y que convocará a una gran concentración para el 4 de octubre.

“Aquí no hay partidos pequeños ni grandes. Hay gente comprometida con la democracia. Hay que recordar que el objetivo de la MUD es el cambio de gobierno por la vía constitucional. La estrategia es construir una amplia mayoría para el cambio político con gobernabilidad”, agregó.

Pero el nombramiento de Torrealba no estuvo libre de cuestionamientos, con algunos de los opositores resaltando las inclinaciones de izquierda del nuevo jefe de la MUD, quien militó en el Partido Comunista de Venezuela antes de migrar hacia el más moderado Movimiento al Socialismo (MAS).

Otros resaltaron que la tarea que Torrealba tiene por delante luce cuesta arriba, ante la pérdida de confianza entre sectores de la población opositora venezolana y la organización que ahora pasa presidir.

“Lo están nombrando capitán de un barco hundido”, comentó en Miami el analista político Esteban Gerbasi. “Lo quieren reflotar pero tiene problemas estructurales graves”.

El problema consiste en que la MUD pasó a ser de una plataforma para manejar campañas electorales a un club de partido políticos que perdió su conexión con vastos sectores de la sociedad que esperaban se convirtiese en un frente más amplio para el rescate de la democracia.

Es un dilema que viene persiguiendo a la organización incluso desde el 2012, cuando fue nombrada una comisión especial para reestructurar a la MUD, y que se pronunció a favor de integrar a distintas organizaciones de la sociedad civil, como gremios, organizaciones estudiantiles y los sindicatos, para integrar a la sociedad a la lucha por un cambio político en Venezuela.

“Ellos están pagando hoy, precisamente, no haber cumplido con esos objetivos. Y ahora están encargando a un locutor que asuma una tarea que hoy luce imposible”, advirtió Gerbasi.

No obstante, las personas que ven con buenos ojos el nombramiento señalan que Torrealba es una persona que bien podría servir como punto de enlace entre los partidos políticos y la sociedad civil, particularmente entre los sectores de menores recursos, donde él es muy conocido.

Horacio Medina, actual secretario ejecutivo de la MUD en Miami, estuvo entre los que celebraron el nombramiento.

“El siempre ha sido una especie de conector entre la sociedad civil y los partidos políticos […] Y tiene una ventaja adicional, que es su trabajo en los sectores populares que viene realizando desde hace muchísimo tiempo”, manifestó Medina, quien en declaraciones previas había enfatizado la necesidad de la MUD de reinventarse.

El programa radial de Torrealba estaba específicamente dirigido a los sectores populares del país, sirviendo como una plataforma para los habitantes de los barrios para que pudieran realizar sus denuncias y exponer sus carencias.

Ese trabajo lo convierte en un portavoz de gran atractivo para los sectores que tradicionalmente han respaldado al chavismo y que podrían estar hoy buscando alguna alternativa en vista a la profundización de la crisis económica.

Pero cualquier posibilidad de que la MUD sobreviva como la máxima representación de la oposición venezolana depende de que los partidos políticos que la integren pasen a luchar por los reclamos de los distintos sectores de la oposición, en vez mirar la competencia electoral como principal objetivo.

“El tiempo electoral está muy lejano”, afirmó Morán.

“El avance que ha tenido Maduro con leyes habilitantes en contra de los derechos que le consagra la constitución al venezolano [la profundización de la revolución], es lo que está demandando acción política”.

La gran duda es si la MUD, ahora capitaneada por Torrealba, podría asumir esa lucha, junto con la incorporación de otros actores de la sociedad civil, en la que se asumiría la defensa de los derechos económicos y de los derechos humanos y la lucha contra la corrupción, dijo Morán.

“Allí se podrían incorporar sindicatos, gremios de profesionales y técnicos, estudiantes, agrupaciones de vecinos, y cualquier otra agrupación cívica que anhela un cambio”, añadió.