Las autoridades de aviación civil de Estados Unidos continúan hoy trabajando para restaurar el flujo de vuelos en los dos aeropuertos principales de Chicago (Illinois), que ya han recuperado tres cuartos del tráfico aéreo habitual, tras el incendio provocado el viernes en las instalaciones de un radar. EFE
La Administración Federal de Aviación (FAA) informó que los controladores aéreos gestionan ya el 60 % de los vuelos del aeropuerto de O’Hare y el 75 % de los de Midway, y esperan un “incremento considerable” de sus capacidades operativas el lunes.
“La FAA está trabajando de cerca con las aerolíneas para gestionar el flujo de tráfico”, indicó en un comunicado la FAA, que aseguró que está utilizando “todas las herramientas a su disposición para reducir las interrupciones (de vuelos) lo máximo posible”.
El FBI está investigando el suceso, aún por aclarar, en el que supuestamente Brian Howard un empleado en el edificio de radares de la localidad de Aurora (Illinois), ubicado fuera del perímetro de los aeropuertos afectados, intentó suicidarse y prendió fuego a los equipos del sistema de control de tránsito aéreo.
El fuego detuvo el viernes el tráfico aéreo durante varias horas ambos aeropuertos, los dos principales de Chicago, y causó la cancelación de más de 1.800 vuelos.
La FAA informó que decidió reemplazar por completo la red central de comunicaciones afectada y los técnicos están trabajando “contrarreloj” para montar e instalar las nuevas piezas y restaurar el sistema lo más rápido posible.