Sigue la lucha contra el virus con agua de coco y guarapos

Sigue la lucha contra el virus con agua de coco y guarapos

aguadecoco

Las personas que padecen los síntomas de chikungunya o dengue han optado por la medicina natural para aliviar su salud. Ante la escasez de acetaminofén, el agua de coco ha sido uno de esos remedios caseros utilizados como suero, reseña El Tiempo.

Luis Betancourt, quien vende el líquido desde hace seis año en la séptima calle Norte cruce con décima carrera, comentó que a diario venden varias botellas a personas que la buscan porque tienen algún familiar enfermo.





“El agua de coco es buena porque tiene muchos componentes que ayudan a fortalecer el cuerpo. Cuando las personas están deshidratadas lo recomiendan. Ahorita, a raíz de los dolores que dan esos virus, la buscan mucho”.

Una botella de litro y medio cuesta Bs 200 y la de dos litros 250 bolívares, mientras que el coco frío por unidad tiene un valor de Bs 40.

Testimonio

Leonel Ramírez compró este jueves su litro de agua y dio fe de su efectividad.

“Hace unas semanas que pasé el virus y se me quitó el hambre. Con el agua de coco me mantenía, pues tiene muchas vitaminas. Ahora vengo a comprar porque el malestar agarró a mi esposa y está tumbada”, manifestó.

Ignacio Pérez también llegó al lugar para pedir cuatro cocos para llevárselo a su hija que tiene dengue.

“Me han dicho que esto es bueno y como la veo en cama vine a adquirirlo. Le he dado pata de pollo y hasta sardinas para que se levante”.

Alberto Coraspe tiene una venta de agua de coco en El Tigrito. El comerciante asegura que todos los días vende porque tiene su clientela. Pero en las últimas semanas ha aumentado a causa de la virosis.

“La mayoría viene a buscar porque anda con malestar y se llevan dos o tres botellas. Otros compran los cocos”.

Acetaminofén en hoja

Entre los remedios caseros que han encontrado los enfermos, igualmente están las infusiones o guarapos preparados con guayabilla, toronjil y una planta a la que llaman acetaminofén. Esta última supuestamente baja la fiebre.

En el patio de Rosa Iriza, en El Tigrito, está la planta con la que se preparó los guarapos cuando sospechaba que tenía chikungunya.