Aecio Neves, de la élite brasileña a la busca del voto popular

(foto AFP)
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Nieto de presidente, diputado, gobernador y senador, el socialdemócrata Aecio Neves, de 54 años, es un fiel producto de la élite brasileña que no ha podido sacudirse la imagen de playboy, aunque asegura estar “preparado” para presidir Brasil.

“Sí, quiero ser presidente de la República y me preparé para eso”, manifiesta este economista de sonrisa seductora, que el domingo disputará el segundo turno de la elección presidencial frente a la izquierdista Dilma Rousseff.

Es alto, canoso, apuesto, usa un enorme y lujoso reloj y en las ruedas de prensa generalmente aparece vestido con colores claros: pantalones de tela o jeans y una elegante camisa celeste. Para los debates, en cambio, prefiere colores serios y formales.





El candidato ‘tucano’ -como se denomina a los miembros del partido socialdemócrata PSDB del expresidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002)- se presenta como la encarnación del cambio, tiene el apoyo de los mercados y se codea con los grupos económicos.

En su campaña insiste en que combatirá la corrupción, mejorará los programas sociales llevados adelante por el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) en sus 12 años en el poder, impulsará la estancada economía y atacará la inflación, dirigiéndose directamente a “las dueñas de casa y los trabajadores”.

Le falta, sin embargo, esa conexión popular que es la mayor fortaleza de su rival.

“El PSDB es visto como un partido de poca sensibilidad social”, dijo a la AFP Marco Antonio Teixeira, profesor de ciencias políticas de la Fundación Getulio Vargas.

– “Hijito de papá” –

La vida siempre sonrió a Aecio Neves, nacido el 10 de marzo de 1960 en Belo Horizonte (sureste), capital del estado de Minas Gerais, el feudo político de su familia. Sus padres se mudaron a Rio cuando tenía 10 años y tuvo una juventud dorada, con mucha playa y surf.

Entró en la política a los 20 años para apoyar a su abuelo Tancredo Neves, opositor a la dictadura (1964-1985), que fue electo presidente en 1985 pero falleció antes de asumir sus funciones.

A partir de 1986 fue electo tres veces diputado de Minas, sin renunciar a los fines de semana soleados del acomodado barrio de Leblon en Rio de Janeiro.

Hoy está casado con una exmodelo 20 años más joven con la que sale asiduamente en las revistas del corazón y con quien tuvo mellizos en junio. Tiene también una hija de 23 años de un matrimonio anterior.

Hace poco, el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, padrino político de Rousseff, dijo que Neves actúa como “un hijito de papá que mira con la nariz levantada” y que ha sido muy “grosero” con la presidenta.

– Un animal político –

Todo indicaba hace unos meses que sería el gran rival de Rousseff en las elecciones. Pero la muerte del candidato socialista Eduardo Campos en un accidente aéreo en agosto arruinó todos sus planes. La popular ecologista Marina Silva reemplazó a Campos y relegó a Neves al tercer lugar de las encuestas durante casi dos meses.

Su propio bando casi arroja la toalla pero Neves, como buen animal político, no se dio por vencido. La dura campaña del PT contra Silva hizo el resto, desplegando bajo sus pies una alfombra roja que lo llevó sin combatir al balotaje, donde cuenta con el apoyo de la ecologista y de muchos otros, incluido el exastro del fútbol Ronaldo.

Neves ha construido su campaña en torno a su balance como gobernador de Minas durante dos mandatos, entre 2003 y 2010. Repite todo el tiempo que dejó el gobierno estatal con un 92% de aprobación.

Pero no previó que Rousseff se pondría los guantes para atacar su imagen de político “decente”. “Quien conoce bien a Aecio, no lo vota”, asegura una propaganda televisiva del PT, luego prohibida por la justicia electoral.

En cada debate la presidenta lo bombardea. Lo acusa de “nepotismo” por emplear a su hermana en el gobierno de Minas, de construir un aeropuerto en la hacienda de su tío abuelo -del cual éste guardaba la llave-, y recuerda que en 2011 rechazó hacerse un test para determinar si conducía “bajo los efectos del alcohol o las drogas”.

“El bombardeo contra Aecio es enorme, pero ha resistido bien. Está en pie”, opinó el expresidente Cardoso en una entrevista con Folha de Sao Paulo. “Él no huye de la discusión, tiene carácter”, dijo Cardoso.

El candidato está convencido de que es protagonista de un momento histórico. La frase repetida una y otra vez, “voy a ganar esta elección”, se ha transformado en su mantra. AFP