Fuerzas iraquíes y combatientes kurdos ganan terreno frente al Estado Islámico

Fuerzas iraquíes y combatientes kurdos ganan terreno frente al Estado Islámico

Imagen de archivo de un guerrillero del Estado Islámico en un puesto de control en Biji, Irak

Las fuerzas del Gobierno iraquí y las milicias chiíes tomaron el sábado el control de la estratégica ciudad de Jurf al-Sakhar, ubicada cerca de Bagdad, recuperando tras meses de combates el que era hasta ahora un bastión del Estado Islámico.

En tanto, los combatientes kurdos también tuvieron una buena jornada en el norte, al aprovechar los ataques aéreos de la coalición liderada por Estados Unidos y ganar terreno frente a las milicias suníes.





“Nuestras fuerzas, con el apoyo de voluntarios, tienen ahora el control total sobre Jurf al-Sakhar. Los terroristas huyeron al sudoeste de la ciudad”, dijo un portavoz de las fuerzas de seguridad.

Una victoria final en la zona podría permitir a las fuerzas iraquíes evitar que los insurgentes suníes, que están situados en varios lugares alrededor de Bagdad, se acerquen a la capital y frenar su marcha hacia el sur del país, principalmente chií.

Los funcionarios de seguridad dijeron que los insurgentes suníes huyeron a los pueblos cercanos de Al Farisiya y Hay al-Askari y que todavía realizaban ataques mediante francotiradores y morteros.

Las fuerzas del Gobierno están preparando una importante operación durante la noche en contra de los insurgentes.

En los últimos enfrentamientos murieron 67 miembros de la fuerzas de seguridad iraquíes y de las milicias chiíes, así como 300 combatientes del Estado Islámico, dijeron los funcionarios.

No fue posible obtener una verificación independiente de la cifra de víctimas en la ciudad ubicada a 60 kilómetros al sur de Bagdad.

En declaraciones a la televisión estatal, el primer ministro Haider al-Abadi dijo que los iraquíes que se han visto forzados a dejar sus casas por los combates no tardarán en regresar a sus hogares.

El Estado Islámico realizó importantes avances en el norte de Irak durante el verano boreal, ante la escasa resistencia de las tropas del Gobierno entrenadas por Estados Unidos.

La rama de Al Qaeda declaró entonces un califato y amenazó con llegar a Bagdad, provocando la alarma en el Gobierno liderado por chiíes.

El sábado, un atacante suicida mató a siete milicianos chiíes en un pueblo al norte de Bagdad, dijeron fuentes policiales y médicas.

El Estado Islámico controla grandes zonas de la provincia de Anbar, al oeste de Irak, así como extensiones de Siria, y busca volver a trazar el mapa de Oriente Medio. REUTERS