Devotos de diversas partes del país, quienes este sábado se han trasladado a Isnotú, municipio Rafael Rangel, en el estado Trujillo, para unirse a la celebración del 150 aniversario del natalicio de José Gregorio Hernández, confían en la pronta beatificación de este hombre que dedicó su vida a la ciencia y a la espiritualidad.
Lourdes Castellano, procedente de Maracay, estado Aragua, manifestó que para el pueblo ya es un santo, que pronto debe ser beatificado porque tiene méritos para ello.
“Esperamos con mucha fe que pronto nuestro José Gregorio sea beatificado, aunque para nosotros es un santo y por eso lo veneramos”, dijo.
Castellano, quien se trasladó al Santuario en compañía de sus hijos, madre y esposo expresó mucha alegría por estar en la tierra natal del médico de los pobres.
Asimismo, María Moreno, procedente de Maracaibo, estado Zulia, confía en que “el pueblo venezolano y el mundo entero recibirá la extraordinaria noticia de que nuestro José Gregorio Hernández ha sido beatificado, confiamos en que el Papa Francisco pronto nos de ese anuncio”.
Resaltó lo hermoso que está el santuario donde, además de la imagen de mármol que fieles y devotos veneran, se encuentra el templo Niño Jesús, el museo y la hermosa plaza de los peregrinos, totalmente acondicionada para eventos religiosos masivos.
“Estoy muy complacida de ver los trabajos que realizaron en este sitio que tengo años visitando. Ahora tenemos un lugar mucho más digno para rendirle tributo a José Gregorio Hernández”, dijo.
Igualmente, José Montilla, habitante de Isnotú, resaltó que la beatificación es un clamor popular, derivado de la fe y el ejemplo de vida que representa José Gregorio Hernández.
“Quienes conocemos un poco la vida de él sabemos que fue un hombre muy caritativo, bondadoso, humilde, con mucha fe en Dios y que consagró su vida a ayudar a los demás, a los más necesitados, ese debe ser un ejemplo para nosotros, para quienes queremos un mundo mejor. José Gregorio es ya un santo para nosotros, es el santo de los pobres, sólo esperamos que muy pronto sea oficialmente sea beatificado”, comentó.
José Gregorio Hernández, médico, científico y religioso, nacido en Isnotú el 26 de octubre de 1864, es hoy día reconocido, no sólo en Venezuela sino en varias partes del mundo, por su bondad y solidaridad con los más necesitados, principalmente enfermos, demostrada en sus años de vida.
Murió trágicamente al golpearse la cabeza luego de ser impactado por un vehículo el 29 de junio de 1919 y sus restos reposan en la iglesia de La Candelaria, en Caracas.
Actualmente está en proceso de beatificación, sin embargo posee el título de Venerable, declarado así por el Papa Juan Pablo II en enero de 1986, sin embargo más allá de los trámites administrativos, es indudable que José Gregorio Hernández representa una de las más genuidas expresiones populares de la religiosidad del venezolano.
AVN