Miami, la capital del “exilio” latinoamericano

Miami, la capital del “exilio” latinoamericano

ExiliadosMiami

Simone de Souza es una brasileña de clase media-alta que llegó a vivir a Miami hace cinco años junto con su familia, publica El Tiempo.

Huía de la crisis económica de su natal São Paulo y tenía la esperanza de volver si Aécio Neves ganaba las recientes elecciones presidenciales.

Su decepción fue muy grande al ver que la presidenta Dilma Rousseff fue reelegida.

“Somos una colonia grande de brasileños en Miami que estamos cansados de la crisis, de la corrupción y sobre todo de la alianza de Dilma con Venezuela, Cuba, Bolivia. Por ahora Miami seguirá siendo nuestro hogar”, le dijo Simone a EL TIEMPO tras saberse el resultado de las elecciones presidenciales en su país de origen.

El pensamiento de Simone concuerda con muchos otros latinoamericanos que han llegado a Miami huyendo de los gobiernos de izquierda de sus países.

Aunque unos con más motivaciones que otros, tienen algo en común: su animadversión por todo lo que suene a izquierda o socialismo del siglo XXI.

Para Eduardo Gamarra, profesor de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Internacional de la Florida, en Miami se tiende a ver el triunfo de Dilma como una victoria de la izquierda, que consolida el socialismo y la visión antinorteamericana en algunos países de la región y, según él, excepto en Venezuela la realidad es muy distinta.

“En Brasil no hay socialismo del Siglo XXI, poco ha cambiado la política económica de Fernando Henrique Cardoso en los gobiernos de Lula y de Dilma, por eso veo que es un error comparar a Brasil con Venezuela, donde todas las reglas de juego sí cambiaron”, sostiene el catedrático.

Sin embargo, la percepción de Simone es diferente, pues ella sostiene que desde que subió la izquierda al poder en su país, todo se ha venido abajo y teme que allí se termine viviendo en el futuro como en Venezuela.

“El caso venezolano y de Cuba es tan patético y lo vives tan de cerca cuando resides en Miami. Son muchos los amigos de distintas nacionalidades que, cuando nos reunimos, siempre sale a flote el tema político y nuestra animadversión por todo lo que huela a izquierda”, dice esta brasileña de 40 años, que trabaja en una oficina de abogados.
Miami, la beneficiada

Según Gamarra, ha sido Miami la gran favorecida con este flujo de latinoamericanos que han llegado huyendo de las izquierdas de sus países.

“Miami es la afortunada beneficiaria de una colección de desaciertos políticos de EE. UU. en Latinoamérica”, dice el profesor.

Exit mobile version