Primo del fanático asesinado en Acarigua: El policía le disparó porque quiso

Primo del fanático asesinado en Acarigua: El policía le disparó porque quiso

Foto El Impulso
Foto El Impulso

En la vía principal hacia Carorita, por El Cardonal, al norte de Barquisimeto, está ubicada la casa de Roberto Antonio Vidoza Camacaro, el segundo de tres hermanos y a quien un policía de nombre José Luis Marrufo, de 50 años, presuntamente le disparó en el intercostal derecho, publica El Impulso.

El proyectil acabó con su corta vida de 22 años, el domingo en la tarde tras una trifulca en el estadio de Araure.

El ambiente que se vivía ayer en la residencia era de incredulidad, tristeza y hasta de esperanza de verlo entrar nuevamente con vida y con la misma alegría que lo caracterizó. Con esa pasión que sentía por el Deportivo Lara; por el único equipo al cual apostaba.





Desde hace poco más de un año, Vidoza Camacaro formaba parte de la Barra Huracán Rojinegro, incluso, en las redes sociales colgó una foto de una pancarta que decía: “Te sigo a muerte, Barra Huracán Rojinegro”, sin imaginar que la muerte lo siguió a él aupando a su equipo.

“¡Ay Dios mío, tan poco tiempo que duraste, Roberto!” gritaba desesperada y en medio del dolor, la tía del fallecido, Zulay Vidoza, quien expresó que el joven era “el toñeco del papá por eso le puso su nombre. Un muchacho echador de broma, responsable, trabajador desde hace tres años de la librería Antonio, de la carrera 19 con calle 24”.

Manifestó que todos los días, a las 6:30 de la mañana, Vidoza Camacaro salía desde su casa para realizar labores. A las 5:30 iniciaba el largo camino de retorno hasta las 7:00 pm, aproximadamente, cuando llegaba a Carorita y ahí el papá lo llevaba de nuevo a su casa en El Cardonal.

Los minutos del partido final

El domingo salieron desde la Plaza Altagracia de Barquisimeto cuatro autobuses con destino al estadio General José Antonio Páez de Araure, en Portuguesa, donde se disputaría el cotejo correspondiente a la décimo tercera fecha del fútbol profesional venezolano. En uno de esos carros iba el hoy occiso. Vestía una franelilla blanca, bermudas de jeans y zapatos deportivos blancos. Junto a él, dos primos, uno de ellos, menor de edad.

“Fuimos porque nos dijeron que estaríamos resguardados por un cordón de seguridad. Entramos al juego y todo iba normal. Al minuto 18 el equipo comenzó a ganar; sería por eso que los de la otra barra se pusieron bravos”.

Los larenses se sentaron en el sector conocido como Popular mientras los llaneros en El Sur. Al terminar el primer tiempo, según la versión del primo de la víctima, bajaron a comer. “En eso comenzaron a lanzarnos piedras y otros objetos por lo cual decidimos escondernos y correr para evitar pero eran muchos. En eso la policía llegó para intentar calmar la situación pero fue peor”, recordó el joven.

Inmediatamente salieron de las instalaciones del estadio. “No queríamos que suspendieran el juego porque el Deportivo Lara estaba ganando. Ahí comenzaron los policías a lanzar el gas lacrimogéno y una muchacha se desmayó. Roberto regresó para ayudarla, se escucharon unos tiros y cuando supe que había un herido retorné y era mi primo quien cayó sobre un carro. El policía le disparó porque quiso ya que él regresó pero a rescatar a una joven”, narró con voz quebrantada.