Marcos Hernández López: A la oposición venezolana…

Hercon 10122014

 

Evidentemente, la oposición venezolana tiene grandes desafíos políticos – electorales, el más complejo será desplazar electoralmente al actual régimen en las elecciones parlamentarias 2015. También, es significativo que entre los retos que tiene la oposición estará en la agudeza de la reconstrucción de la Venezuela Democrática.





Este país vive nuevamente tiempos de campañas electorales para escoger el candidatos a la Asamblea Nacional, la MUD encontró sus fórmulas para seleccionar a sus aspirantes a través de consensos y primarias, mientras el oficialismo afianza su cultura de la “dedocracia”. Dos visiones. ¿Una más democrática que otra?

Quedo develado que el gobierno nacional rápidamente utiliza la miseria del populismo, para potenciar su imagen, podría resumirse en pocas palabras como: decirle al pueblo lo que el pueblo quiere escuchar, independientemente de la realidad objetiva”. Cualquier duda al respecto de esta última afirmación puede ser aclarada revisando las promesas que hace Nicolás Maduro. En algunos casos se identifica erróneamente el populismo con la demagogia: mientras ésta última está referida al discurso del político buscando influir en las emociones de los votantes, el populismo está referido a las medidas que toma un político, buscando la aceptación de los votantes.

Nuestros estudios de opinión reflejan que la oposición se configura como una opción de poder en el país. No obstante, la oposición debería añadir elementos razonados claves que permitan cambiar el sentido de las emociones del votante. El  desarrollo de la estrategia de campaña no es un hecho del azar y tampoco es un proceso intuitivo, más bien es un proceso complejo y técnico desarrollado dentro de una dinámica tomando como elementos desarrolladores: el cambio, experiencias y conocimientos de realidades concretas.

Es notorio que el partido de gobierno y sus líderes fundamentales ya no se preocupan por establecer un rumbo definido a largo plazo; no existe un proyecto de país, sino ideológico, se inquietan y ocupan solo de ganar elecciones; resguardándose en la filosofía socialista del buen vivir, pero, ya en su seno no se debaten ideas, solo se habla de políticas públicas apuntaladas solo en misiones con naturaleza populista.

El chavismo ya no es mayoría electoral, el proyecto socialista del siglo XXI no termino de inventarse, la visión Socialismo Científico cobró negativamente en las pasadas elecciones presidenciales 14/A, según los estudios de opinión el actual Presidente no tiene la credibilidad suficiente en su condición de servidor público.

La unidad del PSUV esta fracturada, existe un profundo divorcio afectivo entre sus jerarcas, se percibe que se está creando una implosión en sus bases. El chavismo que emerge es perdedor, fracasado y con fama de ineficiente y fatigado. Estamos viendo un proyecto revolucionario en decadencia, un proceso con ideas del pasado, fatigado, con un jefe máximo sin liderazgo, un mandatario nacional que comienza ser castigado por los números adversos a su gestión…grandes brechas.

Son 15 Años de revolución, seduciendo, ofreciendo y no cumpliendo la mayorías de sus promesas, malversando el dinero de los venezolanos, donando regalos estratégicos a los gobiernos extranjeros, destruyendo empresas privadas y empleos, una derrota electoral el 2015 puede ser una advertencia final que apunta  hacia un cambio de gobierno en Venezuela.

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