“Soñó el Faraón que del Nilo salían siete vacas gordas. Pero tras ellas, siete vacas flacas que devoraron a las gordas. Llamaron a José que le interpretó el sueño: las siete vacas gordas son siete años de abundancia, y las siete flacas, siete años de hambre. Provea el Faraón un varón inteligente que recoja todos los víveres y almacene el trigo de los años buenos, como reserva para los siete años de hambre que seguirán.”
El hombre ha sobrevivido por su infinita capacidad de adaptación y su férrea voluntad contra los obstáculos. La clausura política del canal de Suez, de 1967 a 1975, tras la derrota de Egipto en la guerra de los seis días con Israel, al cerrar la vía por donde pasaba el petróleo desde los países árabes, ocasionando una crisis energética mundial, fue el origen de los súper-tanqueros para transportarlo. Cuando el canal se reabrió, los súper tanqueros que ya no tenían necesidad de utilizarlo.
En 1997, el gobierno nacional creó el FEM (Fondo de Estabilización Macroeconómica) para almacenar el excedente de ingresos cuando el precio del petróleo aumentase por encima de lo previsto, y ser utilizado cuando bajase. Chávez desmontó el FEM y creó el FONDEM, para que este excedente de reserva fuera demagógicamente gastado, al margen del presupuesto nacional, apostando a que el petróleo, a 100 $ el barril, nunca bajaría ¡y llegaría a 200!
Pero los altos precios, y la inseguridad del suministro por razones políticas, estimularon una tecnología alterna de producción: el “fracking”, para liberar los hidrocarburos que quedaban entre las rocas de los yacimientos, llamados “esquistos”, mediante su pulverización, y así suplantar el petróleo de extracción.
Ahora se están explotando los esquistos. Consecuentemente el precio del barril desciende, y nuestras vacas gordas previstas por el extinto FEM, están siendo devoradas por las flacas salidas del FONDEM.
¡Por no prever!