Aparece, desde hace tiempo, otra de las ridiculeces chavistoides a las que se empeñan los personeros del gobierno bolivariano en “ofrecernos”.
Es el turno de Fidel Ernesto Vásquez Iriarte, ese que con dos nombres de genocidas comprobados, está encargado de leer (sí solo leer) en la Asamblea Nacional.
En su nada destacable curriculo, está el que ejerció funciones en el parlamento como subsecretario. Fue dirigente estudiantil de los liceos Carlos Soublette y Andrés Bello de Caracas, militante de la juventud comunista en los años 1970 y 1971.
Técnicamente aprendió a leer en la Cuarta República… y bueno, todo lo que lee lo hace con esta pegatina del ex presidente Chávez pegada en su libreta.
Ridiculísimo y “trasnochao”, porque no hace falta que Fidel Ernesto recuerde que este desastre de país en el que vivimos lleva esos ojos.
