Cine venezolano fue premiado con récord de espectadores en 2014

Cine venezolano fue premiado con récord de espectadores en 2014

Foto: Andreina Blanco
Foto: Andreina Blanco/ AVN

Con cuatro millones 400.000 espectadores convocados, cifra que supera los cuatro millones 119.393 del año 1986, el cine venezolano alcanzó este 2014 récord de audiencia durante sus 118 años de historia, que inició el 11 de julio de 1896 con la primera proyección en Maracaibo, estado Zulia.

Esta cantidad de asistentes posiciona a Venezuela como el país de América Latina en el que más se ve cine nacional, con 16,44% de la cuota de mercado, sobrepasando así a industrias tradicionalmente líderes en la región como Brasil, Argentina y México.

En entrevista ofrecida a la Agencia Venezolana de Noticias (AVN), el cineasta venezolano Carlos Azpúrua explicó que este logro tiene su antecedente en una tradicional lucha de los cineastas por impulsar el cine criollo a pesar de la inestabilidad que lo caracterizaba, sobre todo entre los años 70 y 90; mientras que su causa más inmediata responde al reconocimiento y apoyo brindado a la actividad cinematográfica durante el Gobierno Bolivariano; acción se que se ha materializado progresivamente: en el año 2012, se ocuparon un millón 578.342 de butacas para ver cine nacional, cifra que se elevó 35% en 2013, con dos millones 429.560 espectadores.





Esta política se evidencia claramente en el aumento sostenido de espectadores que difiere, por ejemplo, de la considerable reducción que después de la cifra histórica de 1986, se registró en 1944, cuando el cine venezolano solo llenó 77.000 butacas. Años atrás, la característica principal del séptimo arte eran sus persistentes altibajos.

Otro de los aspectos que ha influido en el crecimiento del cine venezolano es la recuperación de los espacios de proyección. Hasta este 2014, la ciudad capital cuenta con 10 salas de cine -siete de ellas recuperadas por el Gobierno Nacional- que mantienen una cartelera permanente de la que el público puede disfrutar a un bajo costo.

“Es un proceso que ha venido avanzando, lo que ha sucedido este año es un fenómeno que tiene que ver el apoyo que el proceso revolucionario le ha dado al cine, con la conciencia del Estado en función de crear, de promover y producir películas que realmente tiene que ver con nuestra realidad y sobre todo estimular a las nuevas generaciones; pero también tiene que ver con la lucha de los cineastas. Es una lucha de hace muchos años que se ha concretado y se ha fortalecido en nuestro proceso revolucionario”, indicó Azpúrua.

“En América Latina somos una cinematografía que se ha destacado y un Estado que ha sabido entender el cine como una expresión cultural de nuestra soberanía de una manera extraordinaria. Es un gran logro fortalecido, comprendido y estimulado por nuestro proceso revolucionario y por el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC)”, subrayó.

Cine variado y de calidad

El cineasta destacó que este proceso de fortalecimiento y reimpulso del cine nacional tiene como su más importante logro la reconquista del público, atraído por un cine de calidad que ofrece una variada temática en sus producciones.

“Lo más importante de este año es haber logrado esa audiencia. Nuestro público en este momento realmente ha asumido con una visión muy positiva y, sobre todo, con un gran reconocimiento el cine nacional por su calidad, por su diversidad y por la importancia que tiene. Hemos reencontrado de nuevo a nuestro público”, celebró.

El pasado 8 de noviembre el presidente del CNAC, Juan Carlos Lossada, destacó que más allá de estos extraordinarios logros cuantitativos alcanzados, es necesario seguir mirando al cine como expresión cultural trascendente.

“Lo que ha ocurrido este año no es sino consecuencia de una siembra, y la recolección de la cosecha de un esfuerzo nacional, de un país muy talentoso, que está en movimiento, que ha recuperado su capacidad para crear, de asombrarse a sí mismo y asumir nuevos desafíos, y de un apoyo incuestionable de Estado y Gobierno, que como nunca antes han colocado al cine en el puesto estelar en el que mereció estar siempre”, resaltó en declaraciones difundidas por el referido organismo.

El impulso al cine nacional no solo contempla una alta producción a cargo de directores nóveles o con experiencia. Además, el Estado ha llevado la actividad cinematográfica a las comunidades con la realización de festivales comunitarios, que este año suman alrededor de 50, subrayó Lossada, en su cuenta Twitter, @Lossadacnac.

Al respecto, resaltó Azpúrua, el cine se viene desarrollando “en las regiones, a través de creación de estructuras, de talleres de cinematografía, de festivales comunitarios, incluyendo así a todo lo que implica el poder popular para darle fuerzas y autonomía a las regiones para hacer cine”.

“El cine ha tenido un desarrollo dentro de una estructura de respeto a la democracia, a la diveridad y a la participación”, añadió el cineasta.

Reconocimiento y récord internacional

Además de brillar en el ámbito nacional, el cine criollo también logro sobresalir fuera de las fronteras, donde las producciones venezolanas participaron en 250 festivales de cine, en los que fueron premiados con 79 galardones, las cuales representan un nuevo récord para el séptimo arte criollo, que en 2013 alcanzó 70 premios.

Entre los galardones más importantes destacan el premio Goya de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España ganado por Azul y no tan rosa, filme de Miguel Ferrari; y la Concha de Oro del 61º Festival Internacional de Cine de San Sebastián otorgado unánimemente a Pelo Malo, obra de Mariana Rondón.

A mediados de noviembre el cine criollo destacó nuevamente, la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España incluyó en su lista de películas preselección para optar al Premio Goya de 2015 en la categoría de Mejor Película Iberoamericana, al filme La distancia más larga, de Claudia Pinto.

El cierre de 2014 fue engalanado con la selección de la película venezolana Libertador, obra de Alberto Arvelo estrenada en 2013, como finalista para competir en los Premios Óscar, en la categoría Mejor película en lengua no inglesa.

Con esta selección, Venezuela y Argentina destacan como los únicos países latinoamericanos en la lista clasificatoria mundial de nueve filmes que compiten por la nominación al Premio Oscar. La película por argentina es Relatos Salvajes.

Democratizar la pantalla grande

Azpúrua destacó que para 2015 los logros del cine nacional se van a consolidar con la la segunda reforma que se hará a la Ley de la Cinematografía Nacional, la cual entre uno de sus propósitos fundamentales busca establecer el concepto de democratización de la pantalla, acción que fortalecerá el proceso de desarrolllo que está viviendo el cine nacional otorgándole un mayor reconocimiento y divulgación en la salas nacionales. Además, se plantea la proyección habitual de filmes latinoamericanos.

“La idea es que en cada centro comercial podamos programar de una manera diversa, no solo para cine venezolano, también para cine latinoamericano, cine europeo, cine asiático. Todo lo que implica una oferta lo más diversa posible”, explicó.

La democratización de las pantallas, señaló, es necesaria ya que “nosotros consumimos prácticamente un 90% de cine nacional americano. Es una realidad y es evidente, hay que transformarla y ha ido cambiando porque aquí hay políticas que están preocupadas porque haya una dependencia del cine comercial americano con las consecuencias culturales que este trae consigo”.

“El cine comercial americano es utilizado como un elemento absolutamente efectivo en la penetración cultural e ideológica de nuestros países vendiéndonos los antivalores, como la violencia; y formas de vida con visiones individualistas ligadas al capitalismo”, subrayó.

Precisamente el Festival Internacional de Cine de Caracas, que desde el 12 al 21 de septiembre registró la participación de más de 75.000 personas, quienes asistieron a las 241 proyecciones de películas venezolanas y latinoamericanas; apuntó a promover el cine de la región con el propósito de consolidarlo como una alternativa a lo comercial.

En este sentido, señaló que el cine comercial debe ser sustituido por un medio que pueda sembrar conciencia y criterio en el espectador; al tiempo que destacó la importancia de que sea un reflejo de la realidad social.

“El cine es un elemento de reafirmación cultural, de lo que somos, que realza nuestros valores, que establece vínculos dentro de nuestra identidad. Es un espejo para cada país, ahí están nuestra realidad, nuestros valores, nuestro amor, nuestros problemas, ahí está la manera de identificarnos con nosotros mismos”, dijo.

En 2015 continuará la consolidación del cine venezolano, pues se tiene previstos 53 estrenos de producción nacional, precisó Lossada en su cuenta Twitter.