William Anseume: La madeja opositora ante 2015

William Anseume Salimos de 2014. No es poco: muertos, presos, torturados, perseguidos, humillados y mucho más: una economía desbaratada y el petróleo en barrena.

Entramos a 2015. Precisa de pantalones, faldas fuertes y esféricas. Ni para Maduro, como lo dijo, es un secreto la desunión opositora. Esta “unión” de opuestos entre sí y ante el otro. Complejo asunto. Es natural la desaveniencia ante variados temas.

De no ser así estaríamos imbuidos en el dictatorial y fascista partido “único” vislumbrado por Chávez y Fidel. De a poco se liman las asperezas, especialmente en cuanto a lo crucial. Pero urge llegar a acuerdos elementales sobre pocos puntos elementales: salir de esto cuanto antes, el modo o los modos para ello, libertad ya a los presos políticos, cumplimiento de la constitución y las leyes.





Ese es el diálogo esperado con clamor en Venezuela. El acuerdo opositor en lo fundamental y prioritario. La estocada política fatal al torito moribundo de resoplidos ahuyantes.

En cuanto a eso debemos reconocer la ineficacia de la Mesa de Unidad Democrática. Su Secretario General, tan bien y justamente recibido con beneplácito cuando su nombramiento, no ha sabido equilibrar la madeja. No son momentos de parcialidades mezquinas y diminutas, sino de trabajar duro sobre los álgidos temas nacionales, sentados, sí, pero con miras claras hacia los objetivos. El Secretario de la MUD no es buscador de votos populares, como se dijo, ni acercador al “pueblo” o los barrios; esa es irrenunciable tarea de partidos. Es, o debe ser, un concertador de voluntades en procura de logros que no se perciben.

Con ese fraudulento CNE así conformado nos a-prestamos de nuevo a entregar en manos del gobierno elecciones y resultados. No puede ser eso lo que se quiere. Hay que enfrentar, en todas las dimensiones de ese vocablo y en todo terreno, al gobierno.

Los presos políticos, todos, deben salir ya. No se aprecian acciones mancomunadas, unitaristas, para ello.
Las disimilitudes son naturales y hasta necesarias entre demócratas; los acuerdos también.

Si en lo mínimo indispensable no concertamos, se perderá este 2015 en bagatelas. Seguro que nadie en la oposición concuerda con ello. Unidos o erramos. Lo mejor para nuestro promisor 2015.

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