Miguel Angel Mirabal: Que deja el 2014 “Una Revolución preñada de Desastre”

thumbnailmiguelangelmirabalLa gran Perogrullada del 2015 y de mayor consenso entre los venezolanos, es que desde 1958, nuestra Democracia no había estado tan amenazada como lo está hoy por unos actores políticos que ven el fin ultimo no en la consolidación del sistema democrático sino en el establecimiento de una utópica REVOLUCION SOCIALISTA, por cierto muy matizada por el actual sucesor del ex presidente Chávez. Una de las causas del gran problema Venezuela es que estos “revolucionarios” consideran la Democracia moderna como un medio relativo y no como el fin último, es decir, si la consecución de la revolución socialista pasare por la supresión de las principales normas que le dan sentido al modelo democrático estas serían dobladas sin mayor tapujo a nombre de un sistema que utópicamente aspira una igualdad a la buena usanza y referencia de las ideologías marxistas.

¿Qué hay detrás de estas revoluciones modernas? Para ello, apelando a un excelente debate que protagonizaron los ilustres parlamentarios liberales venezolanos Don Cecilio Acosta e Idelfonso Riera Aguinagalde a propósito de la patética guerra federal (1859 – 1863) venezolana que recoge en un interesante estudio el Dr. Reinaldo Rojas sobre “el miedo a la revolución y los deberes del patriotismo” responderemos nuestra inquietud y así ver lo que queda en Venezuela después del recién finalizado año 2014.

Al igual que en el pasado histórico nuestro presente está signado por épocas de grandes sensibilidades y por ello, está conducta social tan compleja del venezolano la podemos entender como consecuencia entre otras cosas de lo pernicioso e innecesario que han sido las llamadas revoluciones, sobre todo la que nos ocupa y que se sitúa desde 1.999 hasta hoy en lo que el chavismo define como la revolución socialista. Cecilio Acosta al respecto dice “Lo que ha enfermado siempre a los pueblos americanos de la raza latina, y puede ser por algún tiempo su cáncer futuro, es el odio político: confunden de ordinario la idea con la persona, la doctrina con la parcialidad; se oyen a si solos, se niegan a la cooperación de la labor común, y vienen, como resultas, la esterilidad en los esfuerzos de la administración, la impotencia en los trabajos de la paz y la pendiente que va a dar a los abusos de la guerra” ¿entonces que traen consigo las revoluciones, desde está perspectiva de Cecilio Acosta que es partidario de encontrar el avance de los pueblos mediante medios de mayor consenso, diálogo, de mayores y mejores costumbres republicanas y de lo que él mismo definió como un progreso sin saltos? En tal sentido, son revoluciones “preñadas de desastres” donde el país se barbariza. Su argumento es muy valioso para nuestro presente: “condenar toda revolución que tenga por objeto conseguir por ella lo que se puede en paz por las elecciones venideras.” Pese a que el Dr. Idelfonso Riera Aguinagalde en el debate referenciado acariciaba y justificaba mas la idea de las revoluciones señalando que Acosta confundía la noción de revolución con guerra,  ambos venezolanos entendieron lo devastador que fue para la Venezuela del momento la guerra federal, dejando una especie de enseñanza para nuestro hoy de evitar y cercar a todos aquellos que aúpan una nueva guerra que no necesariamente sería la que este gobierno refiere como económica entre los venezolanos.





¿Qué deja el año 2014 en una Venezuela gobernada por unos “revolucionarios”? La historia referenciada más allá de sus sinsentidos y dramatismos la aterrizan instituciones como la CEPAL que ha dicho en su informe económico 2014 entre otros elementos que en algunos casos como el de la revolución Bolivariana los datos de los primeros meses del 2014 reflejan la agudización de algunos desequilibrios que se venían manifestando en los últimos años, con riesgos crecientes de necesidades de ajuste del dinamismo de la actividad económica interna a la luz de la capacidad del poder financiar su gasto interno… Venezuela sería según esta fuente el único país con decrecimiento en la región, y para nuestra desgracia al inicio del año 2015 estas proyecciones fueron casi exactas.

¿Qué deja el año 2014 en una Venezuela gobernada por unos “revolucionarios”? Una estructura de Estado y poderes públicos atípica, ya lo hemos mencionado en anterior ocasión. La Venezuela revolucionaria es definible como un modelo hibrido, es decir, una dictadura moderna, hegemónica y controladora que el politólogo Levitzki define muy bien como un “autoritarismo competitivo” donde el régimen usa las instituciones formales del Estado como medios principales para ejercer la AUTORIDAD POLÍTICA.

¿Qué deja el año 2014 en una Venezuela gobernada por unos “revolucionarios”? Entre otras cosas y en concordancia al punto anterior, un modelo electoral fraudulento que a propósito de las venideras elecciones de la Asamblea Nacional y tomando en cuenta la experiencia de elecciones parlamentarias del año 2010, probablemente el tener mayor números de votos no será el imperativo que permita obtener un mayor número de parlamentarios, el modelo electoral venezolano pudiera pasar al conocido record guinness por ser el sistema electoral dónde él que tenga mayor número de votos no necesariamente tendrá el mayor número de representantes.

¿Qué deja el año 2014 en una Venezuela gobernada por unos “revolucionarios”? Una dirigencia opositora que no termina de encontrar su rumbo, una dirigencia que no termina de descifrar las celadas de su adversario de naturaleza no democrática, una dirigencia opositora que debe creer que el músculo social va mas allá de los partidos políticos, alguna de esta dirigencia opositora que ante las mieles revolucionarias probablemente se haya vista seducida y a nombre de un pseudo diálogo se convierte en una especie de cooperante y lo mas importante una gran población de opositores venezolanos firmes, nobles que desde el afecto de ser hijos de un gran país insisten en instaurar una verdadera democracia alejada de las oscuridades revolucionarias.

¿Qué deja el año 2014 en una Venezuela gobernada por unos “revolucionarios”?

Un pueblo que seguramente encontrará su sentido, con o sin acompañamiento de su dirigencia, un pueblo que desea resolver sus problemas del día, un pueblo que no le interesan los problemas propios de la política, un pueblo que clama un jefe de Estado que rescate la majestad del Poder, un pueblo que ve en la Democracia el camino a transitar sin entender el sentido de atajos revolucionarios o militaristas y en palabras de Don Cecilio Acosta una nación que “su mal no es, de la raza; es de la falta de costumbres republicanas; y es menester fundarlas en el ejemplo y difundirlas con la enseñanza”.

Lcdo. Miguel Mirabal

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