Papa Francisco pide en Sri Lanka la reconciliación entre cingaleses y tamiles

Papa Francisco pide en Sri Lanka la reconciliación entre cingaleses y tamiles

Foto EFE
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El papa Francisco hizo hoy un llamamiento a la unidad entre cingaleses y tamiles, tras 26 años de guerra civil, durante una oración en el santuario de Mahdu, en el norte del país.

En su último acto en Sri Lanka, ya que mañana solo se detendrá algunos minutos en el centro Benedicto XVI de camino al aeropuerto, Francisco se convirtió en el primer pontífice en pisar territorio tamil.

En este santuario, que dio cobijo a miles de refugiados durante la guerra que terminó cuando el Gobierno ordenó una intervención militar en el norte en 2009, el papa pronunció su discurso más incisivo para pedir la reconciliación.





Recordó que “muchas personas, tanto del norte como del sur, fueron asesinadas en la terrible violencia y derramamiento de sangre de aquellos años”.

Pero, aunque reconoció que es difícil perdonar, instó a “ambas comunidades de Sri Lanka, tamiles y cingaleses, a reconstruir la unidad que se había perdido” con la guerra.

“Los habitantes de Sri Lanka no pueden olvidar – agregó – los trágicos acontecimientos ocurridos en este mismo lugar, o el triste día en que la venerada imagen de María, que data de la llegada de los primeros cristianos a Sri Lanka, fue arrancada de su santuario”.

El pontífice se refería a la historia de este santuario mariano, que tiene más de cuatro siglos, ya que sus orígenes son del año 1544, cuando el rey de Jaffna, Sankili, asesinó a 600 cristianos del ahora distrito de Mannar y los supervivientes que lograron escapar levantaron un altar en la jungla con la imagen de esta virgen.

En el acto estuvieron familias tanto tamiles como cingalesas que fueron duramente afectadas por los años de conflicto.

Francisco aseguró que la Virgen “quiere guiar al pueblo de Sri Lanka a una mayor reconciliación, para que el bálsamo del perdón y la misericordia de Dios proporcione una verdadera curación para todos”.

Durante la jornada de hoy, el papa también celebró la misa para la canonización del beato José Vaz, que se convirtió así en el primer santo cingalés para los católicos, que son sólo el 6,2 % de la población.

En el parque Galle Face Green, el mismo en el que Juan Pablo II beatificó a Vaz hace 20 años, Francisco recalcó que “el verdadero culto de Dios no lleva a la discriminación, al odio y a la violencia sino al respeto de la sacralidad de la vida, al respeto de la dignidad y la libertad de los demás y al compromiso de amor por todo”.

Ante el más de un medio millón de personas que abarrotaron esta explanada a orillas del Océano Índico, Francisco también clamó por la libertad religiosa de la que dijo es “un derecho humano fundamental”.

En su homilía, explicó como Vaz vivió en un periodo en la que los católicos eran una minoría, y a menudo divididos entre si, y que además sufrían hostilidades, incluso persecución, “pero a pesar de ello llegó a ser para todas las personas un icono viviente del amor misericordioso y reconciliador de Dios”.

Francisco dejará mañana Sri Lanka con destino a Filipinas tras dos días en los que ha recibido enormes muestras de afecto en un país donde el budismo es la religión mayoritaria y los cristianos son un 7 por ciento

Cientos de miles de personas de las diferentes religiones acudieron a los actos en los que participó y se echaron a las calles para poder saludarle a su paso con el papamovil. EFE