Doug Schoen: América necesita una política sobre Venezuela

Doug Schoen: América necesita una política sobre Venezuela

thumbnailDougSchoenEn 2014, las tendencias preocupantes en Europa y el Medio Oriente concentraron gran parte de la atención de los Estados Unidos. Y 2015 se perfila de manera similar.

He escrito mucho y con frecuencia sobre cómo Estados Unidos puede defender mejor sus intereses y sus aliados en esa parte del mundo. Pero también nos enfrentamos a retos y oportunidades que están mucho más cerca de casa, que merecen apenas tanto o más atención que acontecimientos que puedan suceder a un océano de distancia.
Estoy hablando específicamente sobre el giro dramático y alarmante que Venezuela ha tomado hacia la política autoritaria y el colapso económico bajo el sucesor ungido de Hugo Chávez, Nicolás Maduro.

La política de Venezuela es mala para sus ciudadanos, que merecen un gobierno democrático que rinda homenaje a la libertad de expresión y que aliente el crecimiento económico, pero esta política no es sólo mala para los Venezolanos. Es malo también para los Estados Unidos.





El lunes, escribí acerca de la evolución preocupante de la influencia de China en América Latina, y específicamente en Venezuela, donde Pekín se ha comprometido a invertir US $ 20 mil millones durante los próximos diez años. Y en mi reciente libro “El Eje Rusia-China”, analizo en detalle el papel que Venezuela ha desempeñado y sigue desempeñando trabajando contra los Estados Unidos y sus aliados.

Maduro ha continuado legado pernicioso de Chávez de los estados vecinos de desestabilización, cooperando con organizaciones terroristas, y apuntalar el régimen cubano con petróleo barato y apoyo político. Ante la realidad una economía en crisis, donde el gobierno incompetente de Maduro ha generado una escasez generalizada de alimentos sin precedente, el régimen ha comenzado a desplegar tropas para controlar los compradores y arrestando a manifestantes que sólo quieren ser capaces de alimentar a sus familias.

Por todas estas razones – y más – Estados Unidos necesita una verdadera estrategia para hacer frente a Maduro y la amenaza que representa para Venezuela y para sus paises vecinos.

En primer lugar, debemos reducir drásticamente la cantidad de petróleo que importamos desde Venezuela.

Maduro es totalmente dependiente de los ingresos del petróleo para apuntalar su régimen y equilibrar el presupuesto del Gobierno desde que Chávez ahuyentó otras actividades productivas mediante la nacionalización de todo, desde supermercados a fábricas de acero.

Pero Estados Unidos sigue importando más petróleo de Venezuela 700 K barriles diarios) que de Irak y Kuwait combinan, inyectando dinero en Venezuela que financia los sueldos de los soldados que arrestan a manifestantes y y que colaboran con cárteles de la droga. Ese petróleo con la misma facilidad podría ser suministrada por el auge de la producción nacional estadounidense, o de nuestros vecinos de Canadá y México.

En segundo lugar, la normalización con Cuba debe basarse en que la Havana le ponga fin al apoyo político y militar al régimen de Maduro.

Asesores militares y de inteligencia cubanos juegan un papel clave en la formación y el equipamiento de las fuerzas de seguridad de Venezuela, que a su vez han matado a decenas de manifestantes, participado en el tráfico de drogas a nivel internacional, y que continúan ayudando directamente narcoterroristas como las FARC.

Los Estados Unidos debería tener claro que una reconciliación histórica con Cuba sólo es posible si La Havana demuestra que está dispuesto a dejar de desestabilizar el Caribe y ayudar a los estados canallas como Venezuela. Exigir menos que eso sería irresponsable.

Por último, Estados Unidos debe utilizar todos los medios diplomáticos posibles a su alcance para evitar Maduro exportar su modelo político de Venezuela al resto del mundo.

Y contra toda razón, y a pesar de las fuertes y valientes protestas de la talla del ex embajador de Venezuela ante la ONU Diego Arria, Venezuela ha sido seleccionada para participar en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para un period que termina al final 2016 2016. Maduro seguro de utilizará la oportunidad de promover su agenda y alterar un órgano de deliberación de por si ya disfuncional aún menos capaz de hacer frente a los problemas del mundo.

Los Estados Unidos deben aprovechar al máximo su poder de veto y la posición internacional para garantizar que los gobernantes de Venezuela no puedan esconderse detrás de la ONU, mientras violan los derechos humanos de su gente y exportan la violencia.

Por medio de estos tres pasos Estados Unidos instará a Venezuela hacia un programa de reforma pacífica fundamental que involucre la participación y una real democratización, elecciones libres, y la separación de poderes.
La reforma debe ser supervisado por un gobierno de reconciliación nacional liderado por gente como el Embajador Arria y otros patriotas venezolanos.

El presidente Obama tiene la capacidad de mejorar la vida de los venezolanos y de hacer de toda las Américas un lugar más seguro Para lograr esto, necesita una estrategia clara e inequívoca -. Y el coraje y la convicción para llevarlo a cabo. Por desgracia, no estoy seguro de que las tenga’.

 

Doug Schoen Colaborador de FORBES
Estratega político, encuestador, autor y comentarista.

 

Publicado originalmente en Forbes