La necesidad obliga a los venezolanos a buscar nuevas alternativas económicas que permitan generar ingresos adicionales a sus hogares. Hermilis Guerrero/ Nueva Prensa Guayana
Las consecuencias del desempleo y los altos niveles de inflación que atraviesa el país, se pueden evidenciar en el incremento de comercios improvisados en las distintas zonas de la entidad.
Lo que comenzó con un puesto de venta hace algunos meses, se convirtió en un “mini-bulevar” de material de construcción y abono para las plantas.
Al transitar por la Avenida Guayana, se observa que hay nuevos puntos de comercialización de productos como arrocillo, gravilla, abono, piedra y bloques.
Eliécer Hernández, es uno de los guayaneses que se animó a montar su stand para ofrecer los insumos para la elaboración de viviendas y cuidados del jardín.
El saco de abono es vendido en 30 bolívares, gravilla en 500 bolívares, 30 kilos de arrocillo y piedra en 80 bolívares, mientras que el costo del bloque está en 27 bolívares por unidad.