Gústele a quien le guste, ¿el aumento de la gasolina va?

Gasolina-camaradas

En un país cuya economía está en crisis, hay medidas que parecieran ser impostergables. Para la mayoría de los venezolanos, en especial de aquellos que guardan en su memoria “El Caracazo” (1989), el aumento de la gasolina es un tema sensible y controversial. Jossie Naim Malavé/ Nueva Prensa Guayana

A través de su mensaje anual desde el Parlamento Nacional, el presidente Nicolás Maduro admitió lo trascendental de “sincerar los precios” y debatir hacia un “precio justo y equilibrado” donde sea viable cubrir los gastos mínimos de producción. Recordó que el precio de la gasolina venezolana es el más bajo del mercado internacional, al punto de que es subsidiado por el gobierno desde hace más de 17 años.

La convocatoria al debate está lista; mientras que los sectores públicos y privados deben sentarse en una misma mesa y evaluar las posibilidades de cambio, los sectores populares también tienen qué decir. Hay quienes no están de acuerdo, y alegan que “después de tanta regaladera del gobierno a otros países, no es justo aumentar la carga del pueblo”. Otros, por su parte, sostienen que “una botella de agua sale más caro que llenar el tanque de gasolina”, y consideran oportuno ajustar la escala de precios.





Propuesta gubernamental

Pese a que la estrategia no ha sido definida en su totalidad, la luz pasó de roja a verde, dando por entendido que los administradores del gobierno desenredarán el espinoso proceso hacia el nuevo “precio justo” de la gasolina que se expende en el país.

“Creo que es una necesidad”, afirmó el presidente en su discurso, mientras anunciaba la medida que, por cierto, se postergó en varias oportunidades durante el año pasado. En cuanto a los recursos que se obtendrían de dicho incremento, el Jefe de Estado enunció la apertura de un fondo social para administrar los recursos y continuar las inversiones.

Por otro lado, el ministro de Transporte, Haiman El Troudi, fue encargado por el presidente para dirigir una comisión presidencial cuya tarea es reunirse con el sector de transporte público y de carga, a fin de evitar el aumento desproporcionado de la tarifa de transporte y otras consecuencias indeseadas para la población.

En números

El subsidio del combustible en el país representa una pérdida anual de 12.592 millones de dólares, por cuanto existe una honda brecha entre los costos de producción y el precio de venta, según informó en mayo del 2014 el ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez.

La comercialización del tipo de gasolina 91 y 95 octanos constituye un saldo negativo diario de 38 y 86 millones de bolívares, respectivamente. Los precios están congelados desde hace más de 17 años: 0,070 y 0,097 bolívares por litro, mientras que los costos oscilan entre 2,4 y 2,7 bolívares. En el caso del combustible Diesel, que es el más utilizado por el transporte público masivo, el precio de venta de 0,048 bolívares por litro implica una pérdida de 89 millones de bolívares por día, mientras que el costo de producción es de 2,4 bolívares por litro.

Es decir, llenar un tanque de 40 litros de gasolina de 95 octanos cuesta menos de 4 bolívares, y de 60 litros menos de 6 bolívares.

Situación en Guayana

El presidente de la Asociación de Empresarios Gasolineros de Guayana (Adegas), Euro Benítez, resaltó que agentes del gobierno evalúan con seriedad el aumento desde el año pasado. Sin embargo, no fue sino hasta ahora que se formuló “la necesidad” de ajustar el precio a nivel nacional.

Informó que el suministro de gasolina es “regular” en cada una de las 27 estaciones que funcionan en la ciudad, pese a que reciben un cupo de uso promedio al mes. Dicha situación acarrea que algunas estaciones se queden sin combustible “antes de tiempo”, generando así malestares entre los usuarios. En cuanto a esto, señaló que se trata de una forma de racionamiento que busca controlar el contrabando y las recargas excesivas.

Otro de los problemas que enfrenta la asociación es la falta de insumos, ya que estos son importados. Entre los artículos más escasos resaltan los filtros y las mangueras. “Como son productos importados, no se consiguen con facilidad”, dijo Benítez.

En Ciudad Guayana existen 32 estaciones de servicio; 27 funcionan y 5 están en mantenimiento (la estación 24 horas en Alta Vista, Kanavayen en la 45 (San Félix), Puerto Ordaz (Frente a Villa Alianza), Santa Inés y al final de la avenida Las Américas).

Con respecto al aumento del precio de la gasolina, expresó: “Ya es momento de que se haga el ajuste, porque las pérdidas son inmensas. Eso sí, las medidas que se consideren deben ser canalizadas correctamente, o si no será contraproducente”.

Haciendo historia

El primer antecedente fue en 1989, durante el segundo mandato presidencial de Carlos Andrés Pérez, cuando el alza del precio de la gasolina conllevó a un estallido social. En aquél momento el incremento era del 100%, y formaba parte de un programa integral de ajuste. La idea era incrementar un medio (0,025 bolívares) cada mes durante un año. Vale decir que las protestas revirtieron la medida.

Luego, el expresidente Rafael Caldera, también durante el segundo período de su gobierno, ajustó la gasolina en 300% y 500%. La medida se hizo en el marco de la Agenda Venezuela que contempló el apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Ahora, año 2015, el presidente de la República anunció la apertura del debate que incluirá, hasta los momentos, la participación de factores sociales, públicos y privados. La idea fundamental es definir, en conjunto, el precio “justo” que servirá de aliciente ante las gigantescas pérdidas económicas cumuladas.

Las Cifras

17 años sin aumentar la gasolina en el país

12.592 millones de dólares anuales en pérdidas.

0,070 y 0,091 bolívares por litro (91 y 95 octanos)

6 bolívares cuesta llenar un tanque de 60 litros.

27 estaciones de servicio funcionan en Guayana.

¿Está de acuerdo con el aumento de la gasolina?

Manojes Balcarán: “Yo no estoy de acuerdo con eso, porque aumentar la gasolina traería consecuencias graves para todo el país. Si ya la situación está difícil, imagínate después, aumentaría todo; el transporte, los viajes, todo”.

Jesús Rebolledo: “Yo creo que el precio de la gasolina debe ajustarse porque está muy barata. Es razonable que el gobierno quiera hacerlo, pero eso sí, debe hacerse con control para evitar la especulación y el aprovechamiento de la gente inescrupulosa”.

Luis Aular: “Sí estoy de acuerdo, pero debe haber un consenso en cuanto al precio. Todos los sectores deben opinar porque el impacto puede ser muy grande, sino se toman las previsiones correctas. El gobierno debe protegernos y evitar consecuencias peores”.