Oswaldo Páez-Pumar: Día a día

thumbnailcolaboradores-190x1301El atropello contra la red de tiendas “Farmatodo” no pudo ser más revelador de lo que fue. Revela un gobierno de inútiles sumido en la impotencia porque no sabe qué hacer. Revela un gobierno de sicarios que aplica “ganchos”, como lo expresó el usurpador, al margen de todo orden jurídico.  Revela un gobierno de actores que confunde la función gubernamental con la función teatral. No fue por azar que Chávez Frías ante la tragedia de la explosión en el CRP dijera que “el show debe continuar”. Ayer, 2 de febrero de 2015 se cumplieron 16 años desde que se inició el show y comenzó el año 17.

Como si efectivamente se tratara de un sainete en dos actos, pareciera haber cesado ayer la ocupación de “Farmatodo” para iniciar el acto segundo con la ocupación de la cadena “Día a Día”. Digo pareciera, porque como todo se realiza sin apego al ordenamiento jurídico, que fue sustituido por el ordenamiento mediático introducido por el ‘eterno’ (ya difunto), no sorprendería a nadie que cesara la ocupación de “Día a Día” y se retomara la ocupación de “Farmatodo”  o de un tercero, que pudiera servir para darle protagonismo a algún jerarca  de la robolución afectado por una noticia desfavorable.

El pobre Cabello está siendo víctima de una noticia desfavorable y el usurpador, que pana tan solidario,  lo ha ‘comisionado’ para que participe en estas lides, sin que se oiga de su parte una exigencia para que se le respete su autonomía como presidente de la asamblea; y que su participación en una acción de esta naturaleza no puede llevarse a cabo sino mediante una decisión conjunta del legislativo y el ejecutivo, en ese orden, o de sendas resoluciones coincidentes y concordantes, pero nada de eso se oye, porque aparte del efecto publicitario, no existe ninguna acción destinada a poner en marcha el plan de lo que hay que hacer.





Los descubrimientos, los allanamientos, los decomisos y los anuncios de los descubrimientos al momento de los allanamientos y práctica de los decomisos están siendo televisados. En eso consiste la acción de gobierno. La fanfarria del espectáculo. No se trata de solucionar el problema del desabastecimiento, sino de la mala imagen que dan las colas, porque el desabastecimiento no sabe cómo enfrentarlo.  Como las colas lo evidencian  día a día y no las puede tapar queda una solución: presentar un sainete día a día.