La oposición acusa al gobierno británico de connivencia con el HSBC

La oposición acusa al gobierno británico de connivencia con el HSBC

HSBC logo is pictured at a Swiss branch of the bank, in Geneva

El caso HSBC tomó un tinte político el miércoles en Reino Unido, donde el jefe de la oposición laborista, Ed Miliban, reprochó a David Cameron haber nombrado ministro al expresidente de la entidad, que este martes se encontraba en el ojo de la tormenta. AFP

Stephen Green, director general (2003-2006) y después presidente (2006-2010) del gigante bancario, fue nombrado por Cameron ministro de Comercio en septiembre de 2010, puesto que ocupa desde enero de 2011.





“En septiembre de 2010 ya se sabía que el HSBC favorecía la evasión fiscal a gran escala. ¿Quiere hacernos creer el primer ministro que en los tres años en los que Stephen Green ha sido ministro, jamás ha hablado con él de lo que ocurría en el HSBC?”, lanzó Miliban en la Cámara de los Comunes.

“¿Puede explicarnos el primer ministro las puertas giratorias que existen entre el partido conservador (de Cameron) y la filial suiza del HSBC?”, añadió el líder laborista, que aspira al a la jefatura de gobierno en las próximas elecciones del mes de mayo.

El primer ministro, por su parte, recordó que los laboristas estaban en el gobierno en Londres en el momento de los hechos delictivos (2006-2007) y que ellos mismos colaboraron de forma asidua con Green cuando este dirigía la entidad.

“Ningún gobierno ha estado nunca más comprometido que el mío con la persecución de la evasión fiscal”, subrayó Cameron.

Miliban también citó un artículo del diario The Guardian, que participa en la investigación periodística internacional sobre este caso, y que el miércoles aseguraba que siete donantes del Partido Conservador, con cuentas en Suiza en el citado banco, habían entregado cinco millones de libras a los ‘tories’ en el pasado.

El laborista omitió que el artículo también mencionaba medio millón de libras entregado a su propio partido por donantes con cuentas similares.

Basado en Londres pero activo a nivel planetario, el HSBC está acusado de haber gestionado más de 180.000 millones de euros de clientes ricos entre noviembre de 2006 y marzo de 2007 en cuentas en Suiza para ayudarles a evadir impuestos en sus países de origen.

HSBC ha sido investigado en varios países como Francia y Bélgica, pero no en Reino Unido.