CONTEXTO VENEZUELA
Enero – 2015
Pregunta cerrada / Es importante conocer su opinión, ¿Cuán seguro esta de votar en las próximas elecciones parlamentarias 2015?
La misión o el deber ser de los equipos de marketing electoral es proporcionar a sus candidatos las herramientas comunicacionales y publicitarias que les permitan transmitir sus propuestas políticas – electorales del modo más eficiente y congruente dentro de un contexto de paz social.
A pesar del protagonismo del paradigma mediático que se le impone en las campañas electorales en Venezuela, la relevancia que tiene el contenido real de la esencia de la actividad política no debe ser ignorada. La lucha por el poder adquiere sentido si es racional, si se sustenta de los valores de fondo que todo candidato debe apropiarse: vocación de servicio, honestidad y liderazgo; y todo aquello que le permita una efectiva comunicación con el electorado. Para algunos politólogos, “el proceso electoral involucra dos dimensiones de idéntica trascendencia: sustancia y forma; así como una política sin forma es ineficaz y estéril, una política sin sustancia es inconducente y superficial”.
El predominio de la lógica de los medios en la campaña electoral que se desarrolla en nuestro país, también, se intensifica con el desencanto de lo político en la ciudadanía esta realidad conecta directamente con la variable abstención. Es evidente, los partidos políticos que apoyan al régimen y las organizaciones políticas de oposición la mayoría de ellas se vaciaron de contenido ideológico articulado a los cambios que vive el mundo moderno o post moderno y de proyectos teóricos – prácticos. Es decir, un vacío de lo social.
Los medios televisivos del Estado Venezolano con sus estratégicas y permanentes propagandas electoreras ha llevado en muchos casos a malinterpretar la verdadera función de la comunicación política moderna, cuya finalidad difiere de reemplazar ideas por imágenes. Por el contrario, su verdadero objetivo es poner las imágenes al servicio de las ideas. Por ello, es necesario advertir a los votantes acerca de los peligros que una visión distorsionada de la política nacional a modelos de perversidad, mentiras y la activación de terrorismo psicológico.
Para algunos especialistas en estrategias electorales, “el espacio de la magia de la publicidad electoral no debe nunca sustituir el debate de ideas”. No obstante, es significativo puntualizar el gobierno revolucionario se apoya en una utilización de sofisticadas técnicas comunicacionales, se trata de un complejo proceso vinculado a dos fenómenos sociales de profundas consecuencias políticas y apuntan hacia: la mediatización de la sociedad y la confusión valorativa de sus prioridades electorales.
En nuestro país observamos a diario como el gobierno utiliza un marketing político y electoral para transformar la competencia electoral en un mero espectáculo, show o como usted lo quiera llamar, donde lo relevante es la imagen y no las ideas. Así, el orden es susceptible de caer en la trampa de minimizar la discusión de las verdaderas problemáticas y se está desplazando la política hacia un espacio de sinrazones que podría llegar incluso a la violencia.
El desafío ético que tendrá los comicios para elegir una nueva Asamblea Nacional será evitar la difusión negativa o campaña sucia, esta situación se enlaza con la desmotivación y vigorización en la brecha de la abstención. El límite moral de las estrategias electorales en las elecciones parlamentarias 2015 tiene que estar impuesto por la necesidad de no degradar el debate político ni condicionar en forma abusiva la libertad de elegir de los ciudadanos. Aquellos que plantean un supuesto dilema ético entre virtud política y eficiencia comunicacional, deben comprender que no se trata de una batalla entre platónicos y sofistas. Nada de esto es fácil comprenderlo a primera vista, porque vivimos inducidos para tiempos violentos, por razones de intereses políticos y económicos.
Director de la consultora Hercon
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