José Machillanda: ¡Fuego a discreción!

José Machillanda: ¡Fuego a discreción!

thumbnailjosemachillanda¡Fuego a discreción! es la voz de mando militar empleada por un superior para direccionar a un grupo de tiradores a que hagan un fuego masivo para conseguir la destrucción del blanco. Ese fuego a discreción explica la violencia y la decisión de matar y dejar claro el impacto de las armas. La 8610, resolución del Ministro Padrino López, evoca esa imagen perturbadora y enfermiza que tienen hoy hombres de uniformes que creyéndose omnipotentes y actuando de manera servil, están dispuestos a contener a los venezolanos en su legitimo derecho a protestar, frente a un Gobierno de ineptos y corrompidos que no ha resuelto las demandas pospuestas y se horroriza ante el concepto de legitimidad de gestión.

¡Fuego a discreción! es lo que se propone la resolución 8610 de Padrino López quien desconoce la Constitución vigente, no tiene idea aún con el grado militar que ostenta de lo que significa la seguridad pública. Confunde al militar con el policía, nunca comprendió qué significa seguridad militar, se equivoca con relación a la seguridad interior y ha terminado por adoptar el concepto de operativo para combatir al ciudadano como sí fuese un enemigo interno. Obvio, si alguna vez estudió poleomología o estrategia, las enterró, por su adscripción al comunismo militarista que como régimen ha desarrollado el post chavismo fracasado.

¡Fuego a discreción! es la negación al civismo y legalidad de un país, con una Constitución vigente, la cual se viola sistemáticamente por funcionarios convencidos de que ejercerán un poder eterno. Esos hombre son hombres de uniformes que tendrán  que regresar a la sociedad de la cual devienen y no tendrán presentación posible por sus graves errores como consecuencia de su adulación y sometimiento a un régimen, a un régimen insostenible responsable por la más brutal regresión política que haya sufrido Venezuela en los últimos 16 años.





¡Fuego a discreción! es el contenido último e implícito de la resolución 8610 y se muestra como la más grotesca concepción del militarismo al servicio de un comunismo indeseado y extraño a los venezolanos que desde hace tiempo rechaza, incluyendo a Padrino López y su cúpula militar claudicante. Ambos al servicio del latrocinio más grande y a la corrupción sin límite que hoy se reconoce en todos los espacios del Gobierno del postchavismo fracasado.

¡Fuego a discreción! es lo que pretende legalizar la 8610 cuando regula sin tener poder para hacerlo el empleo de instrumental de Guerra contra la protesta. Protesta que el gobierno comunista denomina manifestaciones políticas y hace uso de una cúpula militar irresponsable y primitiva, para que accione contra la sociedad como ya lo hizo el ex Ministro de Relaciones Interiores y Seguridad, Rodríguez Torres. El mismo Rodríguez Torres que, el 8 de mayo, empleó operaciones militares en contra de jóvenes que ejercían legítimamente el derecho a la protesta.

¡Fuego a  discreción! es la imposición de la 8610 donde se nota el resabio de jefes militares armados que junto a colectivos violentos formados por el Gobierno creen en la Revolución pácifica… pero armada. Son militares que hacen la interpretación caprichosa posterior al Congreso de 1819 de la “virtud militar” en el Gobierno, la cual se ha venido confundiendo desde el año 2014 cuando el mismo Ministro de Relaciones Interiores empleó el combate militar contra la protesta social y se le ocurrió declarar “que había derrotado el golpismo y la guarimba, porque así es de corta, su infeliz inteligencia”.

¡Fuego a discreción! es la implicación que tiene la 8610 cuando intenta calificar a la sociedad como enemigo, seguramente porque así lo impuso el interés fidelista. Como consecuencia, la oposición política tiene que ser derrotada, derrocada y destruida. Y la 8610 pretende la rendición de la gran mayoría de venezolanos, porque el exabrupto del socialismo del siglo XXI entiende a los demócratas como el enemigo a vencer. La 8610, es una torpeza máxima por cuanto al definir a un enemigo, necesariamente tienen que aplicar la primera acción reciproca de Clausewitz: destruirlo a como de lugar.

¡Fuego a discreción! es represión y masacre propuesta por Padrino López que se pone de parte del gobierno en una guerra atizada por un régimen al que lo aterra la protesta. Esa protesta que le dibuja el miedo al régimen porque el cuerpo societal le está reclamando la legitimidad de gestión que por torpe e ignaro no conocen. La protesta legitima y la solicitud de cambio de Gobierno es muy simple, la consagra el derecho originario y después el contrato social con lo cual se expresa la inconformidad del venezolano común requiriendo sencillamente que se cumpla con el Art. 68 de la Constitución vigente.

¡Fuego a discreción! será lo que ocurrirá con la 8610 y desde ahora no queda duda del rol del Ministro de la Defensa en este régimen, quién descubrió el 5 de julio del 2014 en su intervención en el Congreso llena de adulancias, paráfrasis y galimatías una nueva unidad cívico militar. Esa nueva unidad atiende a un modelo político ideológico del chavismo o castrochavismo de la entrega de Venezuela a Cuba. Es tan cierto que Padrino López irrespetando la constitución y alzando el brazo izquierdo con la mano empuñada, reunido con la burocracia militar denominó al elemento militar Fuerzas Armadas Bolivarianas y chavistas. Es decir, que con la 8610 no tan solo pretende este bárbaro emplear las bocas de fuego contra el ciudadano, sino que además, muestra estar al servicio del post chavismo fracasado.

La 8610, no es tan solo un exabrupto jurídico sino es una aberración política por cuanto niega, por desconocimiento, al ciudadano seguidor político y soporta y potencia al mercenario incluyendo al mercenario militar.