Nicolás Maduro piensa que arremeter contra la disidencia política le dará frutos electorales positivos y no hay nada más alejado de la realidad que esa premisa. Cuando el gobierno utiliza al Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN) para detener al alcalde Metropolitano de Caracas Antonio Ledezma está violando los preceptos constitucionales que le garantizan respeto al ejercicio de sus funciones porque fue electo en elecciones libres y por el voto popular.
Maduro cree que con la detención de Ledezma podrá tapar la crisis en la que la revolución bolivariana metió a Venezuela en estos últimos 15 años. El chavismo arruino al país con el consentimiento de sus seguidores, ahora al verse perdidos tratan de echarle la culpa de sus males a la oposición con la treta cubana de buscar culpables en la acera de enfrente como que si ellos no fueran los verdaderos culpables del desastre chavista.
Por más que metan presos a toda la oposición ya el mundo sabe que el desabastecimiento, la implementación de la tarjeta de racionamiento digital o comprar por el número de cedula dejo desnudo al régimen de Maduro ante el mundo, todo el pueblo sabe que el gobierno todo lo importa para jugar con los dólares y comprar alimentos de tercera para que les queden dólares como jugar en el mercado negro.
La crisis del país no se arregla con tirársela de delicados, de que no se le puede decir nada al gobierno porque si no le caen los violentos del chavismo a callarlos o envían al (SEBIN) para meterlos presos, cuando un gobierno es tan sensible solo trata de ocultar su fracaso y sus malas políticas.
Esto lo podemos evidenciar cuando Maduro de manera secreta se va para Cuba a disfrutar de sus vacaciones de carnavales mientras preparaba el secuestro del alcalde Metropolitano Antonio Ledezma. Todas estas órdenes de privativa de libertad llegan desde la Habana con el único sentido de aniquilar moralmente a la oposición democrática, pero lo único que consiguen es unión entre sus oponentes y rechazo de la sociedad por esos actos macabros de encarcelar a un alcalde en ejercicio.
Ya la revolución tiene el sol en la espalda y su fracaso en la frente, ni el pueblo lo respeta, todo el mundo siente asco por un presidente que sobresale por lo inculto y por su poco dominio de las políticas públicas que se deben implementar en un país con una crisis generalizada y a punto de morir.
Desde esta trinchera rechazamos contundentemente la detención arbitraria del alcalde Antonio Ledezma por los esbirros de Maduro. Ahora la misión es unirnos en función de los presos políticos y mantenernos en combate para rescatar a nuestros compañeros de las prisiones que le cortan sus alas para luchar por un mejor país. Fuerza compañeros, Dios no vende sus triunfos a bajo precio, se los da a los que no se cansan de luchar.
@felixvelasquez