Oswaldo Páez-Pumar: Venezuela no es peor

Oswaldo Páez-Pumar: Venezuela no es peor

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Cuando Chávez se propuso imitar a Castro construyendo el socialismo del siglo XXI estaba reproduciendo el comunismo castrista del siglo XX. El propio Castro se encargó de decirlo, cuando interrogado sobre qué significaba ese socialismo su respuesta inequívoca fue: “comunismo”.

Nadie duda que Castro llevara a cabo una revolución, al menos en lo que significa acabar con el orden preexistente. Tampoco nadie duda que Chávez aunque haya acabado con el orden preexistente no llevó a cabo revolución alguna. Por supuesto, la continuidad que el usurpador pretende hacer del deshacer chavista menos todavía puede configurarla.





Sin embargo, un coro de enchufados y otro de ciegos creen estar viviendo una revolución, peor aún, creen estar protagonizándola, ejecutándola; y como la historia de la humanidad nos ofrece un sin número de ellas que se agotaron con la destrucción del orden preexistente, es natural que mucha gente crea que la revolución consiste en eso, en destruir.

La revolución de independencia de los Estados Unidos de América destruyó el orden colonial pero edificó un sistema republicano y democrático que se acerca a los doscientos cincuenta años. Nuestra revolución de independencia hizo exclamar a su líder “he arado en el mar” y a expresar que la libertad era el único bien alcanzado a costa de perder todo lo demás. Ahora los protagonistas de esta farsa que se llaman “bolivarianos”, además de destruir el orden preexistente quieren acabar con lo único que logró la contienda de la independencia, la libertad.

El llamado “proceso” imita lo que hicieron Lenin y Stalin en Rusia, Mao en China, Ceaucesco en Rumania y que aun ejecutan la dinastía de Kim il Sung en Corea del Norte y los hermanos Castro en Cuba: esclavizar al pueblo, bajo la promesa de que recibirán de acuerdo con sus necesidades cuando son ellos, la nomenklatura, los enchufados, los que tienen necesidades imposibles de satisfacer. Son insaciables. Eso explica porque Yoani Sánchez haya declarado que “Venezuela es peor que Cuba” y que yo haya tomado su frase a medias para título de este artículo. Nunca segundas partes fueron buenas. Chávez aspiró a ser el heredero de Castro, sin los méritos de una lucha armada y no digo en la Sierra Maestra, sino ni siquiera en el Museo Militar. Afortunadamente murió primero y la herencia quedó vacante. Los pueblos de Venezuela y Cuba van a reencontrarse con la libertad, a través del acuerdo nacional para la transición.