Leves estímulos eléctricos pueden cambiar nuestra manera de pensar

Leves estímulos eléctricos pueden cambiar nuestra manera de pensar

Foto archivo
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Neurocientíficos consiguen aumentar la divagación mental de un grupo de sujetos con estimulación transcraneal

Un estudio ha demostrado que se puede cambiar literalmente la forma de pensar en concreto, aumentar el grado de divagación mental con un estímulo eléctrico leve. Por otra parte, también han constatado que una mente errante puede suponer una ventaja cognitiva, al contrario de lo que hasta ahora se creía.

La investigación constató que se puede incrementar la divagación mental aplicando estimulación transcraneal de corriente directa, un procedimiento no invasivo e indoloro que utiliza la electricidad de bajo nivel para estimular regiones específicas del cerebro.





Por otra parte, el estudio demostró que una mente errante puede suponer una ventaja cognitiva. En este punto coincide con un hallazgo realizado en una investigación previa que reveló que soñar despierto, dejar vagar la mente e incluso evocar el pasado puede ayudar a encontrar soluciones.

La región cerebral estimulada 

La región cerebral escogida para aplicar la TDCS fueron los lóbulos frontales, que se sabe está implicada en la divagación mental, pero también en el control ejecutivo. Esta función nos permite concentrarnos en un solo objetivo, inhibiendo la información que nos llega de otras cosas.
Como punto de comparación y en experimentos separados, los investigadores utilizaron la TDCS también para estimular otra región del cerebro llamada corteza occipital, centro de procesamiento visual situado en la parte posterior del cerebro.

Resultados obtenidos

Aaunque la incidencia de “mente errante” en los participantes se mantuvo sin cambios cuando se aplicó la estimulación transcraneal en la corteza occipital; sí que aumentó considerablemente cuando la TDCS se aplicó a los lóbulos frontales. Según Bar, esto demuestra “los lóbulos frontales desempeñan un papel causal en la producción de la conducta de divagación mental”.

Por otro lado, los científicos hicieron un hallazgo inesperado: ese aumento constatado de la divagación mental no sólo no disminuyó la capacidad de los voluntarios para realizar bien la tarea numérica asignada, sino que además la aumentó.

Bar cree que este resultado podría deberse a la convergencia, dentro de una misma región del cerebro (los lóbulos frontales), de los dos mecanismos antes mencionados: la función ejecutiva y las ensoñaciones o divagaciones.  “Esta participación cruzada del cerebro podría estar involucrada en ciertas conductas, como la creatividad o el humor, y también puede contribuir a la capacidad de hacer bien una tarea mientras la mente divaga”, explica.

Las redes neuronales y el pensamiento complejo 

El estudio sugiere, por tanto, que aunque se piensa que la ausencia de atención puede reducir nuestras capacidades cognitivas, la cuestión es bastante más compleja.

Una de sus claves parece estar en cómo las redes neuronales interactúan para facilitar el pensamiento complejo. Según los autores del estudio de la Universidad de Cornell, una de las redes implicadas en este tipo de pensamiento es la llamada ‘red neuronal por defecto’, asociada con comportamientos como la divagación mental.

Los investigadores demostraron en un experimento que activar esta red neuronal puede mejorar en tareas de función ejecutiva, si la divagación mental se relacionaba de alguna manera con estas últimas.

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