La muerte siempre nos toma por sorpresa, aun cuando exista una enfermedad terminal o de largo avance, nunca la esperamos; pero existen condiciones que la pueden llevar a un nivel en el que pareciera que las circunstancias fueron ridículas. Si te preguntas de dónde vienen dichos como “en boca cerrada no entran moscas” o “estoy muerta de risa”, pues las respuestas parecen más reales de lo que podrías pensar. De10mx
En estos casos, las muertes se dieron en circunstancias que parecerían extrañas y hasta risibles, con lo cual se inscribieron en la historia, aunque no de la forma que les hubiera gustado.
Una mosca en la garganta
En 1159 el papa Adriano IV, único pontífice inglés, regresaba a su casa tras pronunciar el sermón contra el emperador Federico I Barbarroja, su enemigo político. En el camino se detuvo a beber agua en una fuente pública, sin que se diera cuenta, una mosca entró a su boca y se le atoró en la garganta