Edgar Zambrano, Jefe de la Fracción Parlamentaria de Acción Democrática en la Asamblea Nacional, alertó a Nicolás Maduro sobre posibilidad cierta del desarrollo del robo por hambre a causa de la realidad económica del país. NP
En la solicitud de audiencia número 90 consignada en el palacio de Miraflores, el parlamentario por el estado Lara explicó que el fracaso de las políticas económicas aplicadas por el gobierno nacional mantiene a los venezolanos en una permanente angustia ante el alto costo de la vida, la escasez, inflación, desabastecimiento y largas colas para adquirir los productos de primera necesidad. “Nicolás, el drama de la economía es cada día más aterrador, no existe posibilidad alguna, cierta, que permita a la sociedad del trabajo recuperar su poder adquisitivo, son los trabajadores, Nicolás, aquellos que supuestamente tú conoces muy bien por ser según tu allegados del presidente obrero”, se lee en la misiva.
En este sentido llama la atención del Presidente, urgiendo la toma de decisiones que puedan evitar un peor escenario, asegurando que estamos “a las puertas del hurto famélico, lo que significa el último extremo para medir en el campo sociológico el fracaso de políticas fallidas que serán irremediablemente condenadas por los electores en el proceso comicial más inmediato como lo son las elecciones parlamentarias”.
Igualmente en el documento, el diputado Zambrano critica la sentencia en contra de los jóvenes Raúl Emilio Baduel y Alexis Tirado, condenados a ocho años de prisión como resultado de un juicio “contra natura” y luego de un proceso en el cual se denunció la reiterada violación a sus derechos humanos, a través de maltratos físicos y en definitiva castigando el derecho a la protesta. Sobre este caso, refirió solicitudes anteriores, de fechas 18 de agosto de 2014, 1 de diciembre de 2014, 15 de diciembre de 2014 y 2 de marzo de 2015, en las cuales hizo mención especial a estas vejaciones.
El también Vicepresidente de Acción Democrática rescató la necesidad de establecer un diálogo que permita el conocimiento de los problemas de todos, obligación de los gobernantes, para poder actuar en protección de los derechos de los ciudadanos, respetando la Constitución y sin venganzas personales.
“Así las cosas, el panorama pasa de castaño a oscuro dentro de una inapropiada contradicción al constituirse el propio gobierno, en toda negación de derechos humanos fundamentales y la igualdad de todos ante la ley “, concluye el documento.