El viacrucis de Jesús en Petare: El segundo barrio más grande de Latinoamérica (FOTOS)

El viacrucis de Jesús en Petare: El segundo barrio más grande de Latinoamérica (FOTOS)

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Una mujer camina junto a sus hijos, todos descalzos con túnica púrpura, como lo han hecho cada Viernes Santo desde hace siete años para pagar una promesa a Jesús, cuya crucifixión se representa en el sector caraqueño de Petare, considerado el segunda barrio más grande de Latinoamérica.

Luis Daniel, el hijo mayor de Lusbey Contreras, nació con estrabismo y una deficiencia motriz. “Después de unos años y sin tratamiento médico”, ambos problemas se solucionaron, cuenta a la AFP esta ama de casa venezolana de 32 años.





Por eso este viernes Lusbey cumple con su parte del trato: trasladarse desde casa varios kilómetros, orando y sin calzado, hasta El Nazareno, sector de Caracas en el que desde 1986 se realiza una representación del viacrucis que atrae a miles de feligreses y curiosos.

En la tarde comienza el juicio a Jesucristo entre la calle Bolívar y la vía principal, que están repletas de referencias religiosas.

En pocos metros, está una ferretería llamada Betania -en honor a la Virgen de Betania, cuyo santuario está ubicado en Miranda (centro)-, varias edificaciones con nombres de santos y tres lugares culto: uno católico, uno evangélico y uno de testigos de Jehová.

Un millar de personas se mueve por los caminos sinuosos y estrechos, siguiendo a Jesús, quien a su vez carga la cruz arrastrándose y subiendo una cuesta detrás de un camión que lleva grandes cornetas con la narración de sus últimas horas.

También, a todo volumen y con distorsión, suenan fragmentos de las bandas sonoras de dos películas controversiales: La última tentación de Cristo, de 1988, que dirigió Martin Scorsese; y La Pasión de Cristo, que Mel Gibson presentó en 2004.

Raúl María Salazar, párroco del sector El Nazareno, le cuenta a la AFP que la representación de “La pasión” era de una calidad “escolarizada y simple”, pero en tiempos recientes y a pesar de los “pocos recursos”, se convirtió en un acto que se prepara desde enero y supone un atractivo para el público caraqueño.

“¡Cuánta gente no quisiera venir a ver ‘la Pasión’ acá en vivo y en directo, pero no pueden por lo peligrosa que es (la zona)!. Venciendo todos esos obstáculos, estamos aquí actuando año tras año”, dice Salazar, sacerdote peruano establecido en Venezuela desde el año 2000.

En la calle principal, la escena se vuelve más caótica. Por el centro va el camión y todos los personajes de la historia. Y delante, a los lados y detrás, va un tumulto en el que la gente se tropieza con policías municipales, organizadores del evento, periodistas, aprendices de fotografía que escogieron la ocasión como ejercicio y hasta políticos que reparten rosarios.

La gente mira desde donde puede. Mujeres y niños se suben a los hombros de sus compañeros y padres. Otros aprovechan terrazas y techos de casas, en general deterioradas o a medio construir. La mayoría se pone de puntillas para alcanzar a ver al maltratado y ensagrentado Hijo de Dios.

“Acá no se puede ni caminar porque cada año viene más gente”, dice a la AFP Mariela Escobar, administradora jubilada de 74 años de edad que confía en que el ritual beneficie a la comunidad porque “muestra un cara pacífica del barrio”.

El Nazareno, que lleva ese nombre desde 1945, es uno de los sectores que conforman Petare, barriada que es parte de una parroquia de unos 500.000 habitantes, ubicada en el municipio Sucre de Caracas, la segunda ciudad más violenta de Latinoamérica según la ONU.

AFP

Fotos: Federico Parra