Juan José Moreno A: Qué esperamos de la Vll Cumbre

Juan José Moreno A: Qué esperamos de la Vll Cumbre

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Los gobiernos venezolanos siempre han sido el primer chicharrón en todas las convocatorias internacionales para tratar sobre desarrollo, cooperación y equidad, entre otras fantasías que nunca llegamos alcanzar, por lo que su inutilidad en nuestro país está más que demostrada; recordemos que el propio Chávez llegó a cuestionarlas con su famosa expresión “el mundo va de cumbre en cumbre mientras los pueblos van de fracaso en fracaso”

Por eso ante la anunciada Vll Cumbre de las Américas prevista para realizarse entre el 10 y 11 de este mes en Panamá, los venezolanos no tenemos otra que expresar nuestro escepticismo sobre sus probables resultados en lo que nos toca, ya que todos conocemos las causas y consecuencias de la más grave situación política, social y económica de toda su historia; y uno de los principalísimos culpable de esta crisis estará en la capital del istmo, pavoneándose como siempre para mostrar una realidad muy distante de lo que es hoy Venezuela y echándole la culpa de nuestros males al “imperialismo yanqui y a la derecha venezolana.





Pero anticipándonos a lo que corresponderá por nuestra parte en Panamá, imaginamos desde ya una nutrida “representación” integrada en su mayoría por los eternos coleados, sin restricciones de dólares para sus gastos; un show para hacer creer a los representantes de los 29 países restantes al evento que en Venezuela se recogieron más de diez millones de firmas de venezolanos que “voluntariamente”, sin presión en sus puestos de trabajo y en sus aulas escolares, y con la mayor alegría del mundo respaldaron el documento elaborado por Maduro donde se expresa “Obama deroga el decreto ya”

Pero de lo que podrá suceder en el propio recinto de las conferencias hay algo en lo que estará centrada la atención de los 30 países participantes y del mundo en general: la participación del presidente Obama, a quien podrá corresponder la decisión histórica de pronunciar un sí para Cuba y un no para Venezuela; tal como se ven hasta ahora las cosas, difícilmente estos adverbios podrán cambiar para estos dos destinatarios.

Para Cuba el sí de Obama sería la ratificación de un anuncio que ha causado alegría para la mayoría de los cubanos, porque les representaría salir del estancamiento en el que se encuentra sometida desde que quedó huérfana de la Unión Soviética y bloqueada por Estados Unidos; significaría alcanzar algunas libertades hoy negadas a la población y una mayor vigilancia sobre el respeto a los derechos humanos, tener acceso a los repuestos a los que hoy no tienen para hacer funcionar sus motores accidentados, la renovación de su parte automotor, acceso a la divisa estadounidense y libertad para viajar libremente al país norteamericano.

En contraste, el no de Obama, que debería venir acompañado de una exposición suficientemente convincente sobre las razones que lo llevaron a declarar a Venezuela como “amenaza para la seguridad de Estados Unidos”, y los fundamentos para aplicar sanciones al grupo de funcionarios venezolanos a quienes se acusa de violar derechos humanos aquí en el país, representaría para nosotros un mayor distanciamiento de un país suplidor de la mayoría de los bienes y servicios que tradicionalmente consumimos.

Pensamos, aquí entre nos, que detrás de la posición de Obama, hasta ahora tímidamente expresada, puede existir un contenido mayor; no es secreto para nadie que las autoridades estadounidenses vienen realizando, desde hace algún un tiempo, investigaciones que llevan al gobierno de ese país a considerar una estrecha vinculación entre sujetos del narcotráfico y del lavado de capitales con el propio gobierno venezolano.

Para ser franco, nos gustaría creer que tales denuncias son infundadas, pues el descrédito de nuestro gobierno nos toca como nación y como pueblo pues, entre otras, se podría traducir en una solidaridad vergonzosa; es decir, tenemos lo que nos merecemos por haberlos elegidos.

Por eso, pensamos que por muy dura que sea la realidad, los venezolanos debemos conocerla; y que en tal sentido, queda en manos del presidente de Estados Unidos despejar esas incógnitas, para que nos ubiquemos de una vez por todas en la posición correcta y determinar si realmente somos una amenaza y los sancionados por el gobierno norteamericano está justificada, o si Obama está equivocado.

Twitter: @JLMorenoA