En Xiaomi están haciendo las cosas muy bien. Ese éxito ha hecho que diversos fabricantes chinos especializados en desarrollar falsificaciones muy decentes -exteriormnente- hayan puesto sus ojos en Xiaomi. Es irónico que los chinos copien hasta a sus compatriotas, pero lo cierto es que en Xiaomi ya han declarado que el problema está empezando a ser muy grave.
Las ventas se ven muy afectadas
Lo comentaba Lei Jun, CEO de esta empresa, que daba el ejemplo de sus baterías externas, las Mi Power Bank. En 2014 vendieron 14,6 millones de unidades de este accesorio, pero el número debería haber sido en realidad mucho mayor. “¿Cuál es el mayor problema?”, se preguntaba a sí mismo Jun, “Que hay demasiadas falsificaciones. Si no las hubiera, nuestras ventas se hubieran duplicado o triplicado. El producto ha sido muy bien recibido por todos”.
Lo cierto es que Xiaomi lo tendrá difícil, porque es algo que viene pasando en los últimos años. Sus smartphones también han sido objeto de falsificaciones, y las tiendas online que venden esos dispositivos a menudo logran colar falsificaciones a usuarios que al no tener a su disposición un canal de distribución oficial acuden a ellas con la esperanza de poder aprovechar las virtudes de esos interesantes productos.
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