Investigadores de la Universidad Cardiff, en el Reino Unido trabajando en colaboración con científicos del Kings College, en Londres y la Clínica Mayo, en E.U.A., han descrito el rol del receptor sensor del calcio (Rsca) como causante de asma, enfermedad que afecta a 300 millones de personas en el mundo. Publicó la revista digital, Muy interesante.
El equipo utilizó ratones asmáticos y tejido de las vías respiratorias de personas asmáticas y no asmática para llegar a sus resultados.
El reporte resalta la efectividad de una clase de medicamentos, conocidos como calciolíticos, para manipular el RSCa, revirtiendo los síntomas asociados con la condición. Éstos síntomas incluyen estrechamiento, contracción e inflamación de las vías respiratorias, lo cual contribuye a una dificultad al respirar.
La investigación muestra como ciertos factores del entorno, como alérgenos, humo del cigarro y gases de automóviles, liberan químicos que activan los RSCa en los tejidos de las vías respiratorias, provocando los síntomas del asma. Utilizando calciolíticos, nebulizados directamente a los pulmones, los investigadores han demostrado que es posible desactivar los receptores sensores de calcio y prevenir los síntomas.
El descubrimiento, ha permitido identificar, por primera vez, las causa subyacentes de los síntomas del asma. Cinco por ciento de las personas con ésta enfermedad no responden a los tratamientos actuales, por lo que éstos avances podrían cambiar la vida de miles de personas.
El equipo de investigadores afirma, que la identificación del Rsca en los tejidos de las vías respiratorias podrían también derivar en el tratamiento para otras enfermedades inflamatorias en los pulmones. Las cuales incluyen la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (Epoc) y la bronquitis crónica, para las que actualmente no existe una cura.
Ahora los investigadores buscaran probar si es seguro suministrar los calciolíticos, utilizados originalmente en el tratamiento de la osteoporosis, directamente en los pulmones de las personas. En caso de ser así, podrían comenzar a utilizar el tratamiento para prevenir el asma en cinco años.