Cómo vivir con la enfermedad de Crohn

Cómo vivir con la enfermedad de Crohn

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La Enfermedad de Crohn no solo se debe tratar con terapia farmacológica, también es importante el apoyo social, moral, la amistad y el compartir vivencias para afrontar la situación con más optimismo y una mejor comprensión de lo que sucede en el organismo. Así lo considera el gastroenterólogo Ivan Malchiodi, quien enfatizó la importancia de que estos pacientes se incorporen a grupos de apoyo.

“Las nuevas estrategias terapéuticas y la creación de grupos de pacientes con guía especializada, han hecho que las personas puedan tener una mejor calidad de vida, así como una mejor inclusión laboral, social e incluso familiar. Es importante que no se pierda la esperanza de tener una vida normal nuevamente, ni tampoco aislarse. Al formar parte de grupos en condiciones de salud similares, pueden sentirse incluidos nuevamente y aprenden a llevar los problemas ocasionados por estas patologías de curso crónico”, explicó Malchiodi.

 

Condiciones especiales

Para un paciente con Enfermedad de Crohn  continuar con su rutina diaria puede ser difícil y cuesta arriba, debido a los dolores abdominales de tipo más punzante o lancinante que cólico. También por la alternancia evacuatoria con tendencia más frecuente a la diarrea, lo que les impide cumplir con horarios laborales y compromisos familiares o personales.

 

“Una vez que comienza la enfermedad ya no es reversible; sin embargo, las crisis generalmente son por brotes o picos y hay pacientes que pueden estar largos periodos de tiempo sin manifestar la enfermedad. Incluso con la terapéutica actual, uno de los objetivos es lograr la remisión de síntomas”, agregó el galeno.

 

Más a los jóvenes

A pesar de considerarse una enfermedad muy heterogénea que puede aparecer a cualquier edad, Malchiodi indica que es más frecuente en grupos de pacientes jóvenes, con edades comprendidas entre 15 y 30 años.  Según su experiencia en consulta, la patología parece estar más asociada al aspecto racial (Población judía europea, población mediterránea); sin embargo algunos estudios han reportado la mayor frecuencia en gemelos idénticos, así como la presencia de la afección de forma hereditaria, hasta un 30%.

 

 

 

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