Pedro Castro Guillén: Venezuela en período especial

Pedro Castro Guillén: Venezuela en período especial

thumbnailpedrocastroEl oficialismo en su afán de imitar a Cuba, como la patria grande (no Venezuela) comenzó hablar de “periodo especial”. Se conoce este fenómeno como el periodo posterior a la caída del Muro de Berlín, cuando la ex URSS le retira el subsidio económico a la Cuba castrista y sobreviene un espantoso tiempo de hambre y miseria, eso es el período especial. Como plantea el budismo cuidado con lo que deseas. Porque el deseo de imitación se ha hecho realidad en su más dramática y abominable realidad, porque Venezuela está entrando en un periodo de hambre y miseria de incalculables proporciones.

Tenemos un proceso hiperinflacionario en materia de alimentos, con la probabilidad de que este año terminemos con un proceso general de hiperinflación, con una caída pronosticada por el FMI de 7% del PIB, con niveles de escasez y desabastecimiento espeluznantes, un incremento de la pobreza que nos retrocede de acuerdo con las propias cifras oficialistas a niveles anteriores a 1998, 48% de pobreza abierta y un 8% de pobreza extrema, una deuda externa que se encuentra en el orden de los $250.000 millones, un nivel de divisas que apenas sobrepasa los $18.000 millones con unos escasos $2.000 millones de verdadera liquidez, caídas verticales en la producción pública y privada y una destrucción ostensible de la infraestructura material y de servicios del país, una inseguridad que nos convierte en uno de los países con mayor índice de violencia criminal e impunidad. Y lo más bizarro es que frente a esta situación ominosa el régimen no está dispuesto a tomar verdaderas medidas para enfrentar la situación, se refugia tercamente en su propios inventos: esto son sensaciones creadas por los medios, o es causa de la guerra económica, o la inseguridad es culpa de los paramilitares, la culpa es de todos, menos de quienes gobiernan el país.

La situación llega a tales niveles que en una conversación abierta con uno de los más importantes analistas de opinión pública como lo es el Dr. Eugenio Escuela, nos decía que un 79% de la población evalúa como muy negativa la situación del país, pero un 92% ve muy grave la situación económica, y en congruencia con lo anterior un 59,9% estima que su situación familiar es mala. La población ya no se cree los cuentos del Presidente Maduro. Cuando se indaga sobre si los EE.UU. son culpables de la crisis un 60% está en desacuerdo, cuando se pregunta si el Presidente Maduro está en capacidad de resolver la crisis un 65% opina que no, cuando se inquiere sobre el liderazgo personal del Presidente el 59% lo evalúa como negativo.





Pero oh sorpresa cuando se pregunta por las instituciones más valoradas por los venezolanos aparecen en primer lugar: la Iglesia 82%, las universidades 78%, los estudiantes 76%, la empresa privada 72%, FF.AA 40%, Gobierno nacional 25%. Esta es la verdadera realidad más allá de todo el apabullamiento con que el oficialismo pretende aplastar a la sociedad civil.

En materia de expectativas sobre las elecciones parlamentarias, cuando se exprimen los datos y se aplican todas las pruebas de ácidos la oposición aparece ganando con un 46% frente a un 30% del oficialismo.

Son las elecciones la oportunidad de derrotar esa máquina tramposa del CNE oficialista e iniciar un camino de reconciliación y unificación nacional que pueda colocar de nuevo a nuestro país en la senda del desarrollo  y de la vida democrática.

Pedro Castro Guillen     @pedrovcastrog