Bernard Horande: Dólares sí hay

thumbnailbernardhorandeNo era para menos. La noticia relacionada con la venta de vehículos Ford en dólares ha tomado por sorpresa al país.

Este hecho resulta bastante extraño, porque el dólar y el chavismo han tenido una larga relación de amor-odio.

De amor, porque estos años nos han revelado que los dirigentes chavistas han desarrollado un particular romance con la moneda norteamericana. Hablan pestes del país que imprime los dólares, pero adoran su moneda.





Tan grande es este amor que decidieron apropiarse indebidamente (robarse, pues…) cantidades que suman miles de miles de millones de dólares. Así sí les gusta el Imperio.

Sin embargo, en contraste, Chávez manifestó su profunda aversión y odio hacia el dólar durante sus largas peroratas. Más de una vez pronosticó su pronta desaparición de la faz de la tierra. Como siempre, acertó…

Lo cierto es que ahora, en un país sin dólares, según dicen el gobierno y todos los economistas, de pronto surge que la empresa Ford acuerda, con la anuencia del Poder Ejecutivo, vender sus carros en esa moneda. La pregunta natural: ¿A quién vendérselos si no hay dólares?

Uno empieza a no entender nada.

Para ampliar más el tema, el Presidente del Sindicato de Trabajadores de Ford anuncia que 1.187 compradores ya pusieron los reales en dólares para comprar esos carros.

¡Nuevas sorpresas!

En primer lugar, quién iba a pensar que la persona nos iba a dar la noticia de una dolarización en Venezuela no sería un maluco empresario con pinta “agringada” sino un dirigente sindical de la empresa…. Cosas veredes, Sancho… Por lo visto, el país va cambiando en algunas cosas.

En segundo término, hay que admirar la confianza que en Venezuela expresan estos 1.187 compradores. Con meses de antelación a recibir su producto, confiadamente y dando un paso al frente, estos corajudos se han bajado valientemente de la mula. Según los cálculos que uno saca, cada uno debe haber transferido – tomando en consideración los precios de los vehículos que han sido publicados -una suma promedio que ronda los $50.000.

Nueva sorpresa porque, aquí entre nosotros, los venezolanos no somos muy proclives de andar pagando por adelantado. Más bien nos identificamos más con la cultura asociada a la frase “música paga no suena”. Y menos en estas circunstancias de país.

Algunos ven todo esto como el comienzo de la dolarización en Venezuela. Ya los pasajes aéreos están en dólares. Ahora los carros. ¿Qué vendrá después…? se pregunta la gente.

La polarización es sin duda una vía para Venezuela que debe ser estudiada y que podría ser muy interesante para poner orden especialmente en las finanzas públicas. Podría ayudar a estabilizar eso que los que saben llaman “indicadores macro-económicos”.

Sin ir muy lejos, aquí mismo en nuestro continente, a Ecuador, con el ‘socialista-de-la-boca-para-afuera’ Rafael Correa, no le ha ido nada mal. Recibió la presidencia con la economía dolarizada y no ha hecho nada para modificarla.

Para completar, los trabajadores de la Ford han hecho una petición: ‘Si los productos de la empresa se van a vender en dólares, nosotros también queremos nuestros salarios en dólares’. Lógico.

Y eso precisamente es lo que muchos venezolanos nos comenzamos a preguntar: si los productos y servicios comienzan a cotizarse en dólares, ¿no se cae de maduro que los salarios se paguen en dólares?

De parte del gobierno, no hay respuesta. Algunos voceros andan culipandeando en sus declaraciones. No hallan qué responder. Como es la costumbre, todo es un misterio. Veremos.

En todo caso, si este es el inicio de la dolarización en Venezuela, comienza con muy mal pie.

Pero al menos por el momento, para Ford y el gobierno… ¡dólares sí hay!