La angustia de prestar servicio en una empresa en la que a diario escasean los materiales para las labores, 80% de la nómina percibe salario mínimo, y en donde más de un trabajador ha sido víctima del hampa en su lugar de trabajo, llevó a un grupo de empleados de la Hidrológica del Caribe (Hidrocaribe) del estado Sucre a trasladarse hasta la sede principal de la empresa en la avenida Municipal de Puerto La Cruz para protestar.
En principio se concentraron frente al edificio, pero después cerraron el paso por esa arteria vial porteña.
Nancy Flores, vocera de la manifestación, informó que la acción se desarrolló en todas las hidrológicas del país, cumpliendo con un llamado que hizo la Federación de Trabajadores de las Hidrológicas de Venezuela, en exigencia de reivindicaciones laborales y para denunciar el deterioro de la compañía.
Explicó que las estaciones de bombeo han sido tomadas por la delincuencia, por lo que algunos trabajadores se han visto obligados a abandonar sus puestos de trabajo porque la compañía no les garantiza seguridad en el área en la que realizan las maniobras.
Denunció que recientemente “casi matan” a un grupo de obreros que fue asaltado cuando prestaba servicio en una planta de tratamiento en el estado Sucre.
Los manifestantes señalaron que como consecuencia de la falta de ingresos dejaron de gozar de la póliza de Hospitalización, Cirugía y Maternidad (HCM), y de otros beneficios contractuales.
Nancy Flores denunció que la contratación colectiva tiene ocho años vencida y aun así el patrono se ha negado a debatir la nueva propuesta. Sentenció que introducirán un pliego conflictivo ante el Ministerio del Poder Popular para el Trabajo, lo que pondría en riesgo la prestación del servicio.
Pese a la acción de los trabajadores ningún directivo de la hidrológica se acercó a la concentración. El Tiempo intentó contactar vía telefónica al presidente de Hidrocaribe, Nelson Valecillos, pero no fue localizado.
No obstante se supo que está proponiendo a los cuerpos de seguridad militarizar las estaciones de bombeo con el objetivo de que los delincuentes no causen daños y asalten al personal que allí labora.
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