¡Inténtalo y no te arrepentirás! Seis maneras de tener sexo a distancia

¡Inténtalo y no te arrepentirás! Seis maneras de tener sexo a distancia

sexo a distancia

Porque cuerpo a cuerpo ya no es la única opción, ¡ten un momento sexy con tu novio aún a kilómetros de distancia!

Tener sexo con tu novio ¿pero sin tocar su piel ni sentir sus labios? Parecería de locos. Pero si el cerebro lo cree y la conexión es tan o más fuerte que en las “artes presenciales”, ¿quién puede decir que no sucedió?





Romper tu orgasmómetro personal y sentirte deliciosamente luego es posible. La comunicación sensitiva a distancia nos permite acercarnos más de lo que puedes entender. Para demostrártelo, te damos herramientas súper divertidas para hacerlo como una pro.

1. Ciberclímax desde el otro lado del mundo

De acuerdo con el psicólogo Louis Roche y el especialista en impacto de nuevas tecnologías Yannic Chatelain, en su libro “In Bed With The Web”, las relaciones virtuales pueden tener matices de mayor intensidad que las físicas.

Bueno, dirás: “Solo soy yo autoerotizándome para èl ante una camarita”, pero puede ser más que eso en el plano emocional. El punto es ¿cómo aderezarlo? Para ellos, ver es la celebración; a nosotras nos gusta escuchar lo que sienten, lo que provocamos. ¿Te sientes muy expuesta? Ponle más misterio y jueguen roles; disfrázate y usa un antifaz que vaya perfecto con tu lencería, así cuidas tu identidad (uno nunca sabe). Y claro, puedes invitar a uno que otro de los siguientes juguetitos para que no te sientas tan “a solas”.

2. Tócame de lejitos

En 2012, Snepo – Interactive Software for Humans creó los Fundawear, nada menos que bras y tangas, y bóxers para ellos, con sensores de vibración que pueden ser controlados de forma inalámbrica a través de una aplicación desde tu cel, aunque estén de costa a costa.

Solo te conectas a través de la app con tu chico y tocas la pantalla. Tu “tacto divino” reproducirá la vibración en sus bóxers en la zona que indiques, al tiempo que se observan, como en una video llamada, y él puede ver tus reacciones cuando sus dedos se deslicen por tu bra o partes muy interesantes de tus panties de sensor.

3. Orgasmo a toque de pantalla

Un supuesto ex ingeniero de la NASA le ha dado una nueva dimensión al sexo vía webcam con su invento Real Touch (realtouch.com), mucho más interactivo. Es un juguete que viene en dos partes: un modelo adaptable a la anatomía femenina y otro para hombre, diseñados para emparejarse con una cámara web. Es un dispositivo de captura de sensaciones (con una tecnología similar a la de una pantalla táctil) que transmite dicha información digitalmente a otro dispositivo.

Sincroniza el movimiento, el calor y la humedad para que coincidan con los eventos que aparecen en la pantalla en tiempo real. El interior de la Real Touch para ellos es suave y emula los movimientos, la flexibilidad y las contracciones de tu vagina, como si estuviera ahí físicamente. El joystick para nosotras es una interfaz sensorial que capta la ubicación y la dirección de la pene- tración que tu chico esté ejecutando. Mmm, toda una experiencia.

4. Lo más interactivo

El par de gadgets más interactivo es LovePalz (lovepalz.com), de origen taiwanés y que hace la magia con una plataforma similar a Real Touch, pero es inalámbrico y, según los fabricantes, la experiencia es mucho más real, porque copia instantáneamente las respuestas sensoriales de los genitales con materiales parecidos a la piel humana y la mucosa interna de la vagina. Qué cosas, ¿no?

5. Un poco más cerca

Los juguetes a control remoto también le ponen su dosis de picante cuando no estamos tan lejos, al menos no a más de doce metros. La vista puede ser real, pero él dirige las caricias desde un dispositivo para después lanzarse sobre tu cuerpo, o tal vez quiera quedarse a verte gemir de placer desde la butaca.

Existen vibradores a distancia de diferentes formas —según lo que quieras estimular—, de la marca Lelo (lelo.com), y se manejan con un control remoto. Pueden vibrar (obvio) y rotar tanto como él decida, mientras tu? so?lo te dedicas a sentirlo trabajar.

6. ¡Manos libres!

¿Te ha pasado que él está dentro de ti y de pronto se detiene, justo cuando necesitabas más intensidad? ¡Es horrible! Y así, de la nada, el clímax se esfuma (¡no, por favor!). Ahora todo está en tus manos, literal. De la misma línea de Lelo, hay un anillo que se inserta en la base del pene y al encenderse masajea tu clítoris al ritmo de sus embates; o sea, de la entrada y la salida de su pene.

Lo mejor es que la intensidad la manejas tú desde el control. Él puede detenerse o, si quieres, sugiérele que solo te penetre y no se mueva por algunos intervalos, en tanto tú le das todo el sabor que vayas necesitando. ¡Eso es libertad!