Producción de viviendas en manos del Gobierno; sector privado limitado por la crisis

Producción de viviendas en manos del Gobierno; sector privado limitado por la crisis

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A juicio de Francisco Mendoza, presidente de la Cámara de la Construcción en el estado Lara, la situación que afronta el país en materia de la producción de viviendas es bastante complicada. En lo que respecta al sector privado de este gremio, afirmó que durante este 2015 no se han construido viviendas de carácter social, publica El Impulso,

“Lamentablemente lo único que están haciendo las constructoras privadas es terminar las obras que se iniciaron en los años 2013 y 2014, lo cual es bastante preocupante, ya que por ejemplo, en la entidad, existe un déficit acumulado de 3 millones de viviendas y esa cifra sigue en ascenso”, dijo.





Según su apreciación, el elemento fundamental que ha propiciado la paralización de las nuevas obras del sector privado es el monopolio que tiene la Gran Misión Vivienda en materia de insumos, hecho que disminuye las posibilidades del sector privado de cubrir las necesidades de viviendas existentes en el país.

Además de la problemática del acceso a la compra y los costos de los materiales de construcción, las constructoras privadas tienen que lidiar con otros obstáculos.

La Gran Misión Vivienda tiene previsto desarrollar 400 mil soluciones habitacionales en 2015. Al parecer, este programa social contempla la venta de esas viviendas a muy bajos costos y en los casos de las personas que viven en pobreza extrema existe la posibilidad que les sea exonerado el valor de la misma.

Francisco Mendoza, explicó que esto posible ya que el Gobierno Nacional a diferencia del sector privado tiene facilidades en cuanto a la adquisición de los insumos, el pago de los terrenos y del personal, el acceso a la permisología, registros y servicios básicos, es decir, todo lo que conlleva la ejecución de un proyecto habitacional. “Por eso es que la Gran Misión no solamente puede ofrecer viviendas más económicas, sino que además tiene a su disposición todo lo necesario para su construcción. Cabe destacar que quienes integramos este gremio en reiteradas ocasiones le hemos dicho al Gobierno Nacional que nos ayude en todo ese proceso, pero, hasta ahora no hemos tenido una respuesta a esas peticiones”.

Por otra parte, Mendoza indicó que la Gran Misión Vivienda ha incluido dentro de las 400 mil viviendas previstas las sustituciones de ranchos por casa y eso a su parecer, no se debería hacer. Consideró que la población tiene derecho a saber cuántas viviendas realmente son nuevas y cuántas son sustituciones. “Los reemplazos no se pueden tomar como nuevos hogares, por ello, deberían sincerar la meta estipulada”.

El presidente de la Cámara de la Construcción, también manifestó su inquietud porque, presuntamente, en algunos proyectos de la Gran Misión se están ejecutando las viviendas sin la supervisión de un ingeniero inspector o residente. “Tenemos conocimiento de que en algunos casos no se están contratando empresas de construcción sino maestros de obra. Eso no está mal, pero, es necesario que todas las construcciones sean verificadas exhaustivamente por los especialistas en el área”.

Otra elemento importante al momento de construir viviendas, es el hecho de evaluar el entorno en el cual se van a desarrollar, a los fines de que se les puedan garantizar a los habitantes los servicios, el transporte, la educación y el empleo. “De nada sirve entregar una vivienda que no garantice una vida digna”, comentó.

Limitados por la crisis y la escasez

Jean Moreno, presidente de Fundación Regional para la Vivienda del estado Lara (Funrevi), manifestó que la escasez de los insumos y materiales de construcción ha incidido considerablemente en la ejecución de los proyectos contemplados por esta institución. “Para nosotros es vital contar con dos insumos básicos como lo son la cabilla y el cemento.

Lamentablemente, ninguno de esos productos están disponibles en el mercado y si se consiguen sus precios son muy elevados. El saco de cemento lo están comercializando en las calles por el orden de los 800 bolívares y según el Gobierno Nacional está regulado en 28 bolívares. Realmente me gustaría saber, dónde se consigue a ese costo. El caso de las cabillas es muy similar.
Bajo esas circunstancias es imposible desarrollar nuevas soluciones habitacionales”, dijo.