La barbacoa y la carnaza se apoderan de la gastronomía de la ciudad, cansada de ensaladitas. Bienvenidos al paraíso de los carnívoros. La barbacoa, la barbacoa, cómo me gusta la BBQ”. Si en Estados Unidos conocieran esta canción, la cantarían todos los 4 de julio y convertían a Georgie Dann en héroe nacional. Es el ADN de la gastronomía yanqui, la de verdad, la de todo el país que está entre las costas modernas. Y los neoyorquinos parecen haberse cansado de quinoas y kales y han vuelto a sus raíces: los restaurantes de barbacoa al estilo texano y sureño son cada vez más populares. Puntos de encuentro por su variedad de cervezas y la calidad de la carne. Aquí van unos cuantos imprescindibles en Nueva York.
Carnaza y jazz, una combinación irresistible. El restaurador y empresario Danny Meyer, que está detrás de algunos de los restaurantes más famosos de la ciudad (Gramercy Tavern), fue de los primeros que apostó por traer la barbacoa a Nueva York con Blue Smoke. Las costillas y el brisket (la falda) son su especialidad a la brasa y ahumada, puro estilo sureño, que se acompaña con cornbread (ese bizcocho de maíz al que llaman pan) o puré de patata.
Hometown Bar-B-Que es una de las razones, sino LA RAZÓN, por la que Red Hook se está poniendo de moda. Los neoyorquinos ya no van hasta allí sólo por Ikea, sino para hacer cola en Hometown, uno de los mejores lugares de barbacoa según la gran mayoría de los críticos ahora mismo. Hay que llegar pronto, encienden las brasas pronto por la mañana, sólo una vez al día, y cuando se acaba la carne, se acabó.
Vía Traveler.es