Los Arzobispos y Obispos de Venezuela, reunidos en la CIV Asamblea Ordinaria de la Conferencia Episcopal, comparten las angustias y esperanzas del trabajo pastoral que realizan al servicio de los venezolanos.
El pueblo venezolano exige mejores condiciones de vida diaria; pide seguridad y mayor protección a su derecho a la salud y a la alimentación de su familia. Toda la nación padece la falta de medicamentos y atención hospitalaria y la escasez. Exige mayor seguridad ante la violencia desbordada, la impunidad y el narcotráfico.
Que entienda la política como el arte de armonizar lo diferente para buscar caminos de consenso y el bienestar común de todos los venezolanos. No empecinarse en erigir la polarización, las diferencias, la negación a reconocer al otro y dialogar con el arma del poder.
Que ame la paz, donde haya seguridad para trabajar, producir y compartir, donde se destierre la prédica estéril y dañina de catalogarnos por las diferencias, por el odio de clases, por la exaltación del enfrentamiento, idealizando el nacionalismo vacío, la violencia o la guerra, en el que la fuerza puede más que la razón.
No se puede negar lo que está a la vista: los presos políticos, los vejámenes, las torturas, la violación de los derechos humanos.