Matan a bodeguero para robarle la comida y el dinero en Zulia

Matan a bodeguero para robarle la comida y el dinero en Zulia

(foto María Carlota Marval)
(foto María Carlota Marval)

El cadáver de Manuel Cristóbal Macho Mora, de 52 años, lo encontraron en la sala de su residencia. Tenía una herida de bala en la cabeza y todo a su alrededor estaba desordenado. Sus familiares comentaron que en la casa, donde funcionaba un abasto, faltaba la comida y el dinero, según lo reseña laverdad.com

Por María Carlota Marval

Edwin Macho, hermano de la víctima, comentó, a las afueras de la morgue forense, que su pariente vivía solo y trabajaba en la misma vivienda, en la avenida 7, entre la calle Estrella de Oro y el callejón Mata Palo, en el sector Padilla, en el municipio Valmore Rodríguez de la Costa Oriental del Lago.





La familia presume que a Manuel lo atacaron a las 12.40 de la medianoche. Creen que conocía a su agresor. Dicen que lo llamó por su nombre y este confiadamente le abrió la puerta. Adentro lo atacó, lo sometió, hubo una pelea, un forcejeo, se golpearon y a los minutos se escuchó el disparo.

El bodeguero se desangró dentro de su residencia. En la lucha, tumbaron adornos, voltearon los muebles y regaron los objetos por el suelo.

Los homicidas aprovecharon que su víctima agonizaba para requisar el lugar, buscaron el dinero de la venta de productos, cargaron con todo lo de valor y metieron en bolsas los alimentos que habían en la cocina. Huyeron con su botín sin dejar rastros.

Los dolientes llegaron al sitio. Notificaron a las autoridades y esperaron a que una comisión de la Policía científica de Ciudad Ojeda llegara al lugar e iniciara las investigaciones. El cuerpo lo trasladaron a la morgue del Hospital General de Cabimas para la necropsia de ley. El crimen se investiga como una resistencia al robo, sin descartar otras hipótesis. Hasta ahora interrogan a los amigos y familiares del occiso.

Los Macho se extrañaron del robo, su pariente era muy precavido. Manuel acostumbraba a cerrar la bodega temprano y luego se encerraba en su vivienda.

Constantemente, los residentes son víctimas de asalto y están expuestos a este tipo de actos violentos. El patrullaje por la zona es deficiente. Los vecinos piden más vigilancia.