Oswaldo Páez-Pumar: Cretinismo

Oswaldo Páez-Pumar: Cretinismo

thumbnailcolaboradores-190x1301Anuncia el CNE que la paridad de ‘géneros’ (sexos) decretada por el organismo para la conformación de las listas electorales de candidatos a la asamblea, se aplicará solo en aquellos circuitos donde no hubo elecciones primarias, porque donde la hubo la escogencia fue una manifestación de la soberanía popular.

Desde luego que la escogencia de los diputados en el acto electoral del 6 de diciembre será la manifestación más clara de esa soberanía popular, por lo que podemos llegar a la conclusión siguiente: las chicas del CNE aceptan que la soberanía que reside en el pueblo se extiende hasta la escogencia de candidatos a diputados, pero no a la elección de diputados donde la manifestación de la soberanía será regulada por ellas.

Ya este tema lo había abordado antes para señalar que corresponde al pueblo y no al CNE decidir cómo se conforma la asamblea, que su intromisión en esa materia configura una usurpación de la soberanía que reside en el pueblo. Es el pueblo quien decide y no el CNE. Las formas de organización que adopten los ciudadanos para buscar el respaldo del soberano les corresponde a ellos; y a ellos decidir el modo como en cada una de sus organizaciones se escogerán los candidatos.





La claridad y certeza del argumento no arroja dudas. Podemos calificarlo como evidente. Es algo que no necesita demostración porque simplemente se deja ver por sí mismo; y como corolario (esto si no es evidente sino resultado de mi análisis) las decisiones o regulaciones dictadas por el CNE que constriñen cualquier postulación, por atentar contra la soberanía, no parecen tener otra explicación que la de coartar y poner inconvenientes a los ciudadanos y organizaciones que no son de su agrado.

Se convierte así al CNE en un organismo cuya función en lugar de ser la  preservación incólume de la voluntad popular que es la soberanía, más bien viene a ser el amañamiento de esa voluntad. Desde luego, esto es sabido por la población y en este sentido este artículo no añade nada a lo que en otras oportunidades he expresado. ¿Por qué lo escribo entonces?

La explicación está en el título. Cretinismo es una enfermedad caracterizada por el retraso de la inteligencia. ¿Son cretinas las chicas del CNE? Desde luego que no, pero al dictar reglas como éstas tan contradictorias, los que no las conocen bien pudieran pensar que sí.

Caracas, 22 de julio de 2015